miércoles, diciembre 28, 2016

Desabasto de gasolina ¿real o ficticio?

Al escuchar las explicaciones oficiales sobre el desabasto de gasolina, no sé si reír o llorar; las explicaciones son tan pueriles que constituyen un insulto a la razón. La escasez es artificial, creada a fin de justificar el aumento en los precios de la gasolina que se vienen a partir de enero del 2017. La reducción de la oferta de gasolina como instrumento de política pública no solo constituye un atropello contra los intereses de la nación, sino es ilegal. Algunos podrían argumentar que es un simple error de planeación por parte de los funcionarios de Pemex encargados de la distribución de gasolina en el país, lo cual constituiría un grave error de ineptitud, pero esa no es la causa, la escasez de gasolina es una decisión deliberada para en buena parte cuidar la imagen de la administración y reducir las críticas al gasolinazo del 2017...  En efecto, habrá gasolina cuando venga el aumento del 20% en el precio de la gasolina, por lo que en lugar de quejarnos por el incremento del precio daremos las gracias porque ya dispondremos de gasolina... “de los males el menor.”

Ante lo vivido en el 2016 y lo que se avecina en el 2017, los mexicanos veían las vacaciones de fin de año con esperanza, sin embargo el desabasto de gasolina les ha caído como otra pesadilla más, ahora no pueden viajar ni turistear en su propio país. No solamente tenemos que sufrir la inseguridad, corrupción e impunidad, sino también la ineptitud y arbitrariedad de los políticos y autoridades del sector de energía.

¡Qué manera de terminar el año!

Alguien dijo alguna vez que “…si no puedes desarrollar la inteligencia para sobresalir, siempre te queda la opción de convertirte en político”, ahora habría que añadir “o ser funcionario del sector de energía.”

lunes, diciembre 12, 2016

De Estados Unidos a México: de supercarretera a camino de terracería

De acuerdo con la votación final, por lo menos cuatro de cada 10 americanos votaron por el candidato republicano, sin embargo con todos los estadounidenses que hemos hablado, ninguno ha admitido votar por Donald Trump, es como si no quisieran salir del closet y aceptar abiertamente que son racistas, proteccionistas, xenofóbicos, chovinistas, supremacistas, misóginos, no creyentes del cambio climático, etcétera. Muchos consideran que una vez que Trump tome la presidencia va a suavizar sus promesas de campaña, pero al señalar lo ultra conservadores que son los miembros considerados para su gabinete y grupo de asesores, se quedan sin palabras y nos ven con ojos enigmáticos… Y, mientras la próxima administración del gobierno de Estados Unidos se prepara para operar en los primeros 100 días, el primer año y el periodo presidencial de cuatro años, en México las autoridades federales siguen pasivas con una actitud de “ahí se va”, esperando a que el vecino del norte actúe antes de reaccionar. Eso queridos lectores es una política equivocada que nos va a resultar muy cara.

Las agencias calificadoras ven el panorama de la nota soberana de México negativo debido a tres factores. El primero es el riesgo que constituye la administración Trump, la cual afectará la inversión y el comercio de México. El segundo factor, es las expectativas de crecimiento de la deuda pública y sus efectos en la estabilidad macroeconómica del país en los próximos años. El tercer factor es la falta de credibilidad en el gobierno mexicano para lograr políticas congruentes de respuesta ante las medidas del gobierno americano, manejo del gasto corriente y la deuda externa.

Uno de los efectos principales va a ser el aumento en la inflación por el encarecimiento de los productos importados, la disminución de la demanda por nuestras exportaciones, disminución de la inversión, aumento en las tasas de interés y la depreciación del peso mexicano.

Mientras los países con la misma calificación crediticia de México de BBB han crecido en promedio en los últimos cinco años al 3.1 por ciento, México solo ha crecido al 2.4 por ciento. El diagnóstico para los países homólogos de México es crecer en el 2016 y en 2017 alrededor de 3 por ciento anual, mientras que las perspectivas para México son crecer por debajo del 2 por ciento. En cuanto a la inflación, difícilmente se logrará la meta del Banco de México de una inflación del 3%, una estimación más real es de una inflación entre el 4 y el 5% para el 2017.

Mientras el gobierno federal se debate entre sí se prepara o no ante las próximas políticas de la administración republicana, entre si toma acción o no contra de las depredaciones y abusos de los gobiernos estatales, entre si continúa el financiamiento o no de los gastos corrientes con deuda pública, los mexicanos, sus instituciones y el país se siguen depreciando en lo político, social y económico.

El gobierno federal hace poco o nada para vigilar y controlar las conductas irresponsables de los gobiernos estatales. Es natural que el gobierno federal no tiene la fuerza ética y moral para pedirles a los gobiernos estatales que actúen responsablemente, mientras siga actuando irresponsablemente financiando su gasto corriente con créditos.

Hay muchos ejemplos de tonterías y aberraciones de los gobiernos estatales y, para muestra un botón. Los constituyentes de la Ciudad de México propusieron un impuesto a la plusvalía de los bienes inmuebles residenciales, lo que supondría que los beneficios de los sacrificios y ahorros de una familia para comprar una casa serían apropiados por el gobierno de la Ciudad de México. En otras palabras la ganancia en el valor de la propiedad al venderla, diferencia entre el valor de compra y el de venta, sería para el gobierno de la ciudad, lo cual no solamente constituiría un robo al despoblado sino una señal a las familias mexicanas de no ahorrar para comprar una casa y menos invertir en mejorarla, reduciendo en consecuencia el ahorro y la inversión nacional. La pregunta obligada es ¿a quién se le pudo ocurrir semejante estupidez?

Afortunadamente la propuesta fue votada en contra, pero la propuesta tonta de hacer una constitución para la Ciudad de México sigue, pregunto, ¿cómo es posible que personas o políticos sensatos propongan más leyes cuando las existentes no se cumplen o no son entendidas por las autoridades encargadas de aplicarlas? Solamente en un país de muy bajo nivel se pueden emitir nuevas leyes a sabiendas de que no se van a cumplir, que van a crear más problemas que los que resuelven y que van a confundir más… Quevedo decía, “nadie ofrece tanto, como el que no piensa cumplir.”

Estamos en diciembre, ya tenemos la Navidad y el Año Nuevo encima, como mexicanos nos debemos regalar la preparación, el ahorro y la defensa de lo poco que tenemos. En cuanto al Año Nuevo hay que respirar hondo y profundo y aspirar a trabajar más fuerte porque no solamente tendremos que lidiar con un vecino que no nos quiere sino con gobernantes y políticos cada vez menos responsables, más ineficientes y corruptos…

Varios gobiernos y grandes hombres construyeron en tres siglos de guerras, invasiones e intervenciones una gran carretera entre Estados Unidos y México, carretera que un solo hombre convertirá en un simple camino de terracería en cuestión de unas semanas.

Los mexicanos no debemos contentarnos con que nuestras autoridades actúen más bien que mal, sino debemos aspirar a que nunca puedan obrar mal y que cuando actúen lo hagan con dignidad. Como decía algún pensador en algún momento, “…solamente los peces muertos nadan con la corriente todo el tiempo.”

martes, noviembre 29, 2016

Un mundo sin Fidel: historias de ayer y hoy

¿Quién era Fidel Castro Ruz, tirano o libertador? ¿Cómo lo juzgará la historia? Tanto se ha escrito y declarado sobre Fidel ahora que acaba de morir, que qué puede agregar éste economista con pretensiones de columnista. Lo que a la mejor puedo compartir con ustedes amables lectores son mis impresiones de los dos Fideles que conocí, al Fidel joven idealista y revolucionario que tomó el poder en 1959, y al viejo Fidel que se afianzó al poder desde 1959 hasta el 2011. Tras de luchar y sacar al dictador Fulgencio Batista de Cuba, Fidel hizo de su enfrentamiento con los Estados Unidos la nueva razón de ser de la revolución cubana. Así es que por más de cinco décadas, Fidel ejerció el mando absoluto –de manera directa o indirecta– de Cuba, desafiando a 11 presidentes estadounidenses y convirtiéndose en uno de los enemigos más acérrimos de Estados Unidos, es por ello que encuentro curioso que Fidel muera el día de mayor capitalismo en Estados Unidos, cuando los consumidores compran más que cualquier otro día del año, el viernes negro.

Todos los que fuimos estudiantes en América Latina en los 60s, vivimos la efervescencia revolucionaria; considerábamos a Fidel, al Che Guevara y a Camilo Cienfuegos como los héroes que representaban el espíritu de lucha, unidad y sueños compartidos. Los veíamos como apóstoles del sueño de una América Latina unida, de una potencia latinoamericana que pudiera rivalizar con los imperios soviético y americano. Todavía recuerdo la frase de Fidel que capturó nuestra imaginación de jóvenes idealistas de aquel entonces, “Si salgo, llego; si llego, entro, y si entro, triunfo.”

Ese fue para éste escribiente uno de los grandes logros de la lucha revolucionaria cubana, la unión de toda una generación de jóvenes latinoamericanos en torno al sueño de una gran Colombia que se extendiera desde la Antártida hasta el Río Bravo. Fue un logro romántico que muy pronto empezó a diluirse cuando en lugar de fortalecer las instituciones democráticas en Cuba, Fidel las destruye y se aboca a eliminar a la oposición mediante una cruel represión. El joven Fidel pierde el piso al detentar al poder, dejando de ser revolucionario para convertirse en un dictador más, probablemente menos frívolo que Batista pero igual de tirano.

El régimen castrista progresivamente reduce las libertades y prefiere aliarse con la Unión Soviética que ceder ante la presión de los Estados Unidos de abrir su economía. A pesar de que los cubanos tenían un gran afecto por los americanos, Fidel logra convencerlos de que ese país buscaba su explotación. Ante la gran carencia de recursos de la isla, era necesario buscar un aliado, por lo que Fidel se acercó a la Unión Soviética. Sin embargo, la relación entre soviéticos y cubanos nunca fue fácil y estuvo llena de desafíos. En un viaje a Moscú, el Che Guevara se quejaba que no le gustaba la costumbre rusa de besar las mejillas, ante lo que Fidel le dijo que por eso llegaba fumando su puro, para evitar ser besado.

Fidel, celoso de su imagen de líder de la revolución, y para evitar compartir el poder, elimina a varios de sus compañeros revolucionarios que le hacían sombra o que desaprobaban del camino que estaba tomando la revolución. Camilo Cienfuegos desaparece en circunstancias extrañas, sus restos y los de su avioneta en la que volaba nunca vuelven aparecer. Ernesto Che Guevara sale de Cuba a fomentar la revolución en Bolivia, donde encuentra la muerte.

Esta transición entre el joven idealista revolucionario que buscaba el fin de la dictadura de Fulgencio Batista al político despiadado que buscaba la consolidación del poder en sus manos nos hace pensar en la frase anónima que erróneamente se le atribuye a Winston Churchill, de que “aquel que no es socialista a los 20 años no tiene corazón, pero aquel que lo sigue siendo después de los 40 no tiene cerebro.”

Su alianza con la Unión Soviética y su creciente enemistad con los Estados Unidos produjeron situaciones muy tensas, tales como la invasión de Bahía de Cochinos por los exiliados cubanos en Estados Unidos y por colocar al borde de una conflagración nuclear a Estados Unidos y la Unión Soviética durante la crisis de los misiles cubanos. Las pésimas políticas económicas del régimen comunista castrista y el bloqueo de Estados Unidos, pronto se dejaron sentir en una disminución del bienestar económico de lo que antes eran las clases medias cubanas. Las políticas económicas del régimen de Castro reducen la desigualdad económica haciendo a la mayoría de las familias cubanas menos ricas, pero también, menos pobres.

Ante la escasez y bajos logros económicos, su régimen se maneja con un diálogo demagógico populista. Los discursos de Fidel se vuelven interminables, todavía me causa risa recordar que en una de sus alocuciones de varias horas mencionaba como triunfo de la revolución que “Cuba ahora tenía un mayor número de sabores de helado que los Estados Unidos”.

El logro romántico de haber unido a toda una generación de jóvenes estudiantes en torno al sueño latinoamericano no fue suficiente para compensar una dictadura de medio siglo. Los logros en educación, salud y deporte no fueron suficientes para compensar las faltas de libertades, oportunidades y de empleos dignos en Cuba. El nivel económico se mantuvo estancado desde que Castro tomó el poder hasta que falleció.

La pregunta que ahora nos planteamos es ¿qué va pasar con una Cuba sin Fidel? Probablemente el proceso de apertura iniciado por su hermano Raúl no solamente va a continuar, sino que se va a acelerar. El proyecto de los comunistas cubanos de abrir la economía sin apertura democrática, siguiendo las pautas del modelo chino, seguramente está destinado a fracasar, puesto que Cuba está lejos de ser una China y menos ahora que no se tiene a Fidel y que el próximo presidente de Estados Unidos es uno de los más autoritarios y derechistas de los últimos 50 años.

Durante el juicio a Fidel Castro en 1953 por el asalto al cuartel Moncada, Fidel dijo al final de su autodefensa que “la historia me absolverá.” Curiosamente, el 25 de noviembre de 1956 –el mismísimo día de su muerte 60 años después– Fidel y su grupo de revolucionarios zarparon en el yate Granma (abreviación de abuelita en inglés) desde las tranquilas aguas del río Tuxpan en Veracruz a Cuba para liberarla de la dictadura, lucha que culminó con el triunfo de la revolución cubana el 1 de enero de 1959.

¿Cómo juzgar a Fidel Castro? Aun cuando es difícil evaluar a alguien que ha estado en el poder durante tanto tiempo, si podemos afirmar con certidumbre que Fidel fue libertador al principio y dictador al final.

¿Absolverá la historia a Fidel Castro Ruz? No, no lo creo, a Granma la ahogaron mucho antes de llegar a casa.

domingo, noviembre 13, 2016

La victoria no anunciada de Trump: ¿Cómo fue posible? y ¿Cuáles serán las consecuencias?

Me reuní con un grupo de amigos en Washington para cenar y ver el resultado de la votación presidencial de Estados Unidos, todos llegamos alegres y confiados de una victoria demócrata, pero conforme se anunciaban los resultados fue prevaleciendo el silencio de la derrota, el mutismo de la incredulidad… un amigo me decía por Facebook desde México “¡Carajo, fallaron mis cálculos!”. Y le respondí: “tus cálculos, mis cálculos y los de todos fallaron.” En efecto, éstas han sido las elecciones más extrañas de las que se tenga memoria.

¿Cuáles fueron las razones por las que perdió Hillary Clinton? Alrededor de dos semanas antes de la votación, Hillary aventajaba en las encuestas a Donald Trump por varios puntos, sin embargo el extraño anuncio del director del FBI James Comey sobre la reapertura de la investigación a Hillary Clinton sobre el uso indebido de sus correos electrónicos le redujo su margen de ventaja a un empate virtual poco antes del día de las elecciones. En efecto, el director de ese organismo fue el principal culpable de la derrota de Hillary, pues no había razón de peso para abrir dicha investigación en tal momento, excepto para perjudicar la candidatura de la demócrata.

Pero, probablemente el principal culpable fue el propio presidente Barack Obama porque él era el jefe del director del FBI y a pesar de la supuesta independencia que tiene dicho organismo del ejecutivo, el presidente le hubiera podido poner el alto. La pregunta obligada es ¿por qué no lo hizo? Seguramente no lo hizo no porque quisiera darle la ventaja a Trump, pero probablemente lo hizo por temor a las consecuencias legales a él como persona. En otras palabras, no supo distinguir entre el Obama-ciudadano del Obama-Presidente. El anuncio del FBI era a todas a todas luces una maquinación inoportuna y probablemente poco válida, pero en lugar de actuar como presidente prefirió actuar como persona. No se quiso arriesgar a hacer lo correcto, a pesar de que el sentido común le decía a gritos de que era una jugada política sucia. En otras palabras, puso su interés personal por encima de su deber presidencial, lo que constituyó un acto de cobardía que lo condenará a que pase a la historia como un presidente débil.

A pesar de todo, Hillary ganó en realidad la elección presidencial al contabilizar alrededor de medio millón de votos más que su adversario republicano, pero como lo que cuenta es el número de delegados, Donald Trump ganó con 290 delegados contra los 228 de Hillary. Este anacronismo mediante el cual el presidente de la nación más poderosa sobre la tierra es elegido por el número de delegados en lugar de por el número de votos populares ha llevado a que en el pasado se hayan elegido a individuos que perdieron el voto popular, en 1824, 1876, 1888, 2000 y ahora en el 2016. Estados unidos es uno de los pocos países democráticos en el mundo en donde se elige al presidente por el número de delegados en lugar del número de votos de sus ciudadanos; la pregunta clave es ¿por qué, si las comunicaciones han progresado y las distancias se han acortado, no se ha modernizado el sistema? La respuesta es que a veces lo razonable está muy alejado de la inmovilidad del fanatismo histórico.

¿Qué es lo que va pasar con un gobierno bajo el mando del magnate Trump? Seguramente empezará con las mismas medidas económicas que inició su administración George W. Bush, esto es: 1) reducir los impuestos, 2) aumentar el gasto público y 3) desregular los mercados financieros. Sin embargo, la reducción de impuestos no traerá un crecimiento económico de la misma magnitud, por lo que el déficit fiscal aumentará. El mayor gasto en el muro con México, en infraestructura de transporte y en el aparato militar acrecentará la deuda pública. La eliminación de las medidas financieras diseñadas para evitar otra crisis económica traerá una burbuja financiera que eventualmente estallará en otra crisis parecida o más grande que la del 2008. Su deseo de tener mayor control sobre la economía lo llevará a tratar de reducir la autonomía de la Junta Federal de la Reserva (el banco central), lo cual se traducirá en mayor inflación y mayores tasas de interés.

¿Quiénes van a ser los principales afectados por las políticas de Trump? Los mayores perdedores van a ser precisamente aquellos que votaron por él, los que lo llevaron al poder, los trabajadores blancos de baja calificación, mientras que los más favorecidos van a ser los estratos más ricos de la población quiénes se beneficiarán por la rebaja en los impuestos.

De acuerdo a su historia empresarial, Trump va seleccionar a su gabinete de acuerdo a sus primeras impresiones, con base en los que le caen bien. A pesar de que existen economistas conservadores bien preparados, se va rodear de asesores que le dicen lo que él quiere escuchar. Trump seguirá poniendo en práctica lo que hasta ahora le ha funcionado bien, escuchará a los miembros de su equipo y finalmente tomara la decisión que le guste más. Trump hará gala de nepotismo al nombrar a sus hijos dentro de sus colaboradores más cercanos.

No hay duda de que estaremos viviendo tiempos interesantes, las probables acciones del próximo Presidente de los Estados Unidos de América irán en contra del mundo que hasta ahora se ha construido con tanto esfuerzo y sacrificio. Las instituciones internacionales existentes se crearon, no sólo para darle estabilidad a las economías del mundo, sino para tratar de evitar una tercera guerra mundial. El fortalecimiento del comercio entre las naciones ha sido probablemente la medida más importante para lograr el crecimiento económico y la reducción de la pobreza en la segunda mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Todo esto se va ver amenazado por la ignorancia, narcisismo y megalomania del magnate americano.

Esto me hace recordar las palabras de mi gran maestro de oratoria Jose Muñoz Cota quien decía que “se requería del sacrificio de muchos buenos hombres por largos periodos de tiempo para construir, lo que en un momento un villano tardaba en destruir.”

lunes, octubre 31, 2016

Ideas Sueltas: Empresas estatales: el águila en la bandera; Finanzas mesiánicas: el paquete 2017; Constitución inútil para la Ciudad de México; Venezuela otra víctima del populismo; El FBI contra Hillary Clinton.

Permíteme querido lector que abuse de tu tiempo y paciencia tratando en esta columna, en lugar de un solo tema, cinco a mi juicio interesantes:

1) Pemex y CFE,
2) El ejercicio financiero del ejecutivo y el legislativo,
3) La propuesta de una constitución para la Ciudad de México,
4) Venezuela a punto de estallar, y
5) Sale el FBI a apoyar a Donald Trump.

Es por ello que en este espacio cree esta columna intitulada Ideas Sueltas, para sacar a la luz las muchas ideas que de repente se agolpan en la mente de éste economista con ilusiones de columnista.

1) ¿Son Pemex y CFE lo mejor de lo mejor? Antes de responder, permíteme querido lector hacer una breve recapitulación acerca de las empresas públicas. Muchos países a principios del siglo XX, crearon grandes empresas paraestatales para aprovechar las economías de escala de las nuevas tecnologías en las industrias eléctrica y de servicios de comunicación. Las empresas públicas se volvieron de moda extendiéndose a los sectores de los hidrocarburos.

Como es natural, el progreso tecnológico continuó, haciendo desaparecer la ventaja de las grandes economías de escala y la necesidad de limitar la competencia para permitir la recuperación de las grandes inversiones. Las siguientes tecnologías menos intensivas en capital aseguraban menores costos y precios para los usuarios finales, permitiendo la apertura a nuevos competidores en el mercado. Así es de que la mayoría de los países desarrollados abandonaron el modelo monopolista paraestatal en favor del modelo neoliberal de competencia en el mercado. Los países que se negaron a cambiar sus empresas paraestatales, como la mayoría de los países africanos, Corea del Norte, Cuba y México entre otros, se quedaron cada vez más atrasados al cambio tecnológico y a tener costos de suministro más caros que los países que se adaptaron al cambio. Joseph Schumpeter calificaba al proceso de cambio e innovación como “Destrucción Creadora” en donde las nuevas tecnologías y productos substituían a las viejas empresas y modelos de negocio. Para Schumpeter, las innovaciones de los emprendedores son la fuerza motor del crecimiento económico sostenido, a pesar de que en el camino destruyen a muchas de las empresas ya establecidas.

La fórmula estatista de considerar a las empresas estatales como símbolo patrio y ejemplo de fortaleza, ha sido una y otra vez probada errónea: la conformación de las empresas productivas va de la mano del cambio tecnológico. En igualdad de circunstancias, la empresa privada es más eficiente que una empresa pública, y el burócrata es más ineficiente que un empresario. Por lo tanto, es iluso pensar que debe haber alguna alternativa estatista en países donde las burocracias han probado una y otra vez su ineptitud y corrupción, y donde la tecnología no le da ninguna ventaja comparativa al Estado.

No es sorprendente observar que las compañías paraestatales se sigan rezagando en relación a sus similares privados en los mismos ramos en los países desarrollados y emergentes de Asia y Europa. ¿A qué se debe que México estando muy por delante, en los sectores de hidrocarburos y electricidad, después de la Segunda Guerra Mundial en la mayoría de los países emergentes, haya caído en siete décadas a los últimos peldaños? Las primeras respuestas que se le han venido a la mente, querido lector, son las correctas: ineficiencia, ineptitud y corrupción. En efecto, el burócrata es un pésimo empresario y el político, un gran ladrón.

Petróleos mexicanos es la primera empresa del país y se puede calificar como el tradicional cuarto de máquinas de la economía. Sin embargo, cualquier análisis serio de mediano y largo plazo no puede encontrar razones válidas que justifiquen el porqué de las carencias actuales en las áreas de refinación y petroquímicos, las únicas respuestas generalmente apuntan a la falta de autonomía e independencia empresarial de la compañía. Todavía éste analista recuerda con añoranza cuando varios mexicanos asesoramos a Brasil y Noruega cuando empezaban sus empresas estatales a iniciar sus actividades en el mercado internacional de hidrocarburos y ahora vemos con envidia como se han convertido en empresas punteras dejando atrás a Pemex.

De pasar de una de las industrias químicas más adelantadas de América Latina, nos hemos quedado atrás por la continua falta de gas natural y las malas políticas de precios por parte de Petróleos Mexicanos. Ante la falta de abastecimiento, las plantas químicas mexicanas han tenido que bajar su producción por lo que los vendedores han tenido que comprar en el extranjero el producto terminado, creciendo las importaciones del sector más del 20% en el 2015, y en lo que va del año, las importaciones de origen petroquímico han aumentado alrededor del 18% frente al mismo periodo del 2015.

Se la atribuye a John Rockefeller la famosa frase sobre que “el negocio más rentable del mundo es administrar bien a una empresa petrolera y el segundo negocio más rentable es una empresa petrolera mal administrada.” En efecto, es por ello que Pemex, a pesar de todos sus problemas, sigue siendo la primera empresa del país

La quinta empresa más importante del país, la Comisión Federal de electricidad, continúa sufriendo pérdidas a pesar de los regulares aumentos a las tarifas. Tan sólo en el tercer trimestre del 2016, la CFE perdió 6900 millones de pesos, mientras que en el mismo periodo del año anterior había perdido cerca de 31,000 millones de pesos. Aun cuando la pérdida disminuyó, los montos siguen siendo estratosféricos. La pregunta obligada es ¿cómo puede una empresa monopólica que controla toda la cadena de producción, transporte, distribución y comercialización perder semejantes montos? Los niveles de las tarifas eléctricas comparadas con empresas privadas similares en otros países están por encima en un cinco a un quince por ciento. ¿Dados estos altos niveles tarifarios, como puede haber semejantes pérdidas? De nuevo estimado lector, la respuesta que se te acaba de ocurrir es la correcta, CFE tiene altos costos por ineficiencia, ineptitud y corrupción.

Es una falacia calificar como subsidio la aportación federal a la tarifa eléctrica residencial cuando el alto nivel de costos de la electricidad es causado por ineficiencia y corrupción.

2) ¿Finanzas prudentes o mesiánicas? El ejecutivo envía al Congreso un paquete económico para el 2017, donde los gastos previstos se quedan cortos de los ingresos, por lo que los diputados se ven en la necesidad de “inflar los ingresos” suponiendo precios internacionales más altos del petróleo, un mejor tipo de cambio y precios libres de la gasolina. Los legisladores vaticinaron mayores ingresos al aumentar la expectativa del tipo de cambio y la plataforma petrolera de Pemex, pese a que en la realidad las perspectivas del peso contra el dólar y los precios del crudo continúan desfavorables en el futuro previsible… Los deseos de los diputados son tan sólo letra muerta en el papel.

Es cierto, no hay que ir hasta Venezuela para ver malos ejemplos de política económica, aquí nos curamos de espantos, nuestros gobernantes y legisladores no se quieren quedar atrás del régimen de Maduro y lanzan irresponsables propuestas al aire y toman decisiones que empeñan el futuro de los mexicanos. Según varios analistas y cálculos de éste economista, la deuda del país alcanzará cerca del 55% del PIB al cierre de la administración de Peña Nieto. Los lineamientos de gastos e ingresos corrientes y de capital en el paquete económico del 2017 violan los principios económicos para un crecimiento sustentable en un contexto de estabilidad.

Nuestros políticos en el gobierno y la legislatura prefieren posponer las decisiones duras trasladándoselas a gobiernos futuros, prefiriendo no hacer olas al hacer lo correcto y apretarse el cinturón en el momento actual. Por muy ineptos y faltos de preparación que sean los funcionarios y representantes actuales, muy bien saben que no hay ingresos suficientes para cubrir el gasto corriente, pero en lugar de reducir el gasto al nivel de los ingresos esperados, prefieren darnos atole con el dedo, suponiendo precios del petróleo mayores y un tipo de cambio más favorable que lo amparado por la realidad.

Una y otra vez, nuestros políticos mexicanos hacen gala de disonancia cognitiva: cuando la realidad se opone a sus deseos, ideología o creencias, vomitan la realidad y pregonan su demagogia triunfalista. Es obvio, que la falta de valor político de reducir el gasto llevará al país a un mayor déficit fiscal y endeudamiento.

La deuda externa ha crecido en este sexenio más rápido que en los últimos tres sexenios, lo cual nos pone al punto de que todos los ingresos tributarios, excluyendo el IVA y el y ISR, se van a destinar en su totalidad a cubrir el costo financiero de la deuda, reduciendo aún más el espacio fiscal para los gobiernos futuros, seduciendo a nuestros gobernantes del mañana a endeudarse aún más, lo cual siempre preferirán nuestros políticos que reducir el gasto corriente.

3) ¿Requiere la Ciudad de México una constitución? La propuesta de crear una constitución para la capital del país es un claro ejemplo de ilusionismo político y politiquería populista. Dentro de los proyectos más tontos e inservibles, destaca el de pretender crear tal constitución en una ciudad donde, por un lado, un alto porcentaje de sus habitantes no obedecen las leyes existentes, y, por el otro, los funcionarios encargados de vigilar e imponer dichas leyes las abusan o no las entienden. Solamente en un país de grillos se puede pensar que con más leyes se van a resolver los problemas de no seguir las existentes, las conductas ilegales y los abusos de las autoridades. ¿Para que emitir más leyes en una ciudad donde no se cumple la legislación existente? Un buen gobierno propone lo que se necesita y lo que se puede cumplir, mientras que el mal gobierno propone lo que no se necesita a sabiendas de que no se va a cumplir.

La propuesta de la constitución para la Ciudad de México es una propuesta demagógica y populista que va agregar más letra muerta a la acción arbitraria de los funcionarios responsables de implementarla… Claro, la gran propuesta le sumará capital político a los proponentes, pero representará mayores costos a los contribuyentes.

4) ¿Esta Venezuela a punto de estallar? El país Bolivariano se ha vuelto sinónimo de malas políticas, hiperinflación y violencia… Pocos países han tenido el aguante de Venezuela, pero temo que se encuentra al borde del precipicio: las cosas como están no pueden continuar. Desde que Nicolás Maduro llegó al poder en 2013, después de la muerte de Hugo Chávez, los venezolanos han sufrido, por un lado, de escasez de agua, comida y medicinas y, por el otro, de un aumento en la inflación, el desempleo, la violencia y la corrupción. Caracas es ahora una de las ciudades en el mundo más inseguras y con la más alta tasa de homicidios. El colchón que proveían los ingresos del petróleo ha desaparecido con la caída de los precios internacionales, las exportaciones de petróleo constituían el 95% de los ingresos externos del país.

Ante el panorama de descontento creciente, Maduro ha endurecido su posición contra la oposición, suspendiendo de facto el referendo para su remoción, y haciendo gala de falta de sentido común al anunciar un aumento del 40% al salario mínimo en condiciones de escasez, lo que inmediatamente se tradujo en un aumento en la inflación.

El 80% de los venezolanos están en contra del régimen, pero el 20% restante controla las armas y el ejército. Ante el cuestionamiento de otros países y el rechazo internacional, el gobierno de Maduro ha estrechado sus lazos con Irán, país reconocido como la principal fuente de apoyo al terrorismo… La combinación de malas políticas económicas en lo interno, torpeza en el diálogo político con la oposición, y acercamiento a la filosofía del extremismo persa, sitúan a Venezuela entre lo malo y lo extremadamente peor, colocando a Venezuela al borde del precipicio…

Considerando la conducta de la administración de Nicolás Maduro, ni la intervención del Vaticano podrá salvar a éste régimen de un desenlace violento y caótico… Venezuela es un polvorín a punto de estallar.

5) ¿Está el FBI jugándosela con Trump? Parece ser, querido lector, que la respuesta es afirmativa. Cuando la candidata demócrata Hillary Clinton se había adelantado 12 puntos en las preferencias de los votantes americanos, después de ganar los tres debates presidenciales, James Comey, el director del FBI anunció que seguirá la investigación sobre los malos manejos de los correos electrónicos de la entonces secretaria de Estado del gabinete de Obama. En unas elecciones donde se está votando por el candidato menos impopular, donde Hillary no va a ganar, sino que Trump va a perder, el anuncio del director del FBI redujo de jalón ese margen de preferencia a tan sólo dos puntos de diferencia. Esto, querido lector, parece ser una cacería de brujas en donde el director del FBI se la está jugando a favor del candidato republicano y enemigo de México Donald Trump.

A la mejor la estrategia republicana no funcionará y no va cambiar el resultado de las elecciones, pero aun cuando Hillary Clinton llegase a la presidencia, su administración va iniciar sus actividades con la debilidad de la sospecha de manejos inapropiados.

A manera de conclusión de los cinco puntos anteriores, me gustaría cerrar con la frase de Octavio Paz: “La ceguera biológica impide ver, pero la ceguera ideológica impide pensar”.

viernes, octubre 14, 2016

Los debates y la fragilidad del peso

No deja de causar sorpresa la gran influencia de los vaivenes políticos y económicos de Estados Unidos en las perspectivas de México y del tipo de cambio. Los debates entre los candidatos presidenciales de Estados Unidos Hillary Clinton y Donald Trump han tenido fuerte impacto sobre el valor del peso, comprobando una vez más los clásicos aforismos de: “pobre México, tan lejos de Dios, tan cerca de Estados Unidos”, “tratar con Estados Unidos es como el ratón que se duerme junto al elefante,” y “cuando a Estados Unidos le da catarro a México le da pulmonía.” Es cierto, México es la alerta temprana para el resto del mundo de la salud política y económica de Estados Unidos.

¿Debates serios o debates de confrontación?
Mi colega del Banco Mundial y gran economista francés, Yves Albouy, me comentaba que siguiendo la tradición americana se llevó a cabo un debate entre los candidatos de derecha a la presidencia francesa, el cual resultó más serio, formal y educado que el espectáculo circense de los debates entre Hillary y Trump, concluyendo que el estudiante había superado al maestro. Sin embargo, este escribiente opina todo lo contrario: creo que los debates en Estados Unidos han seguido un ciclo de lo general e intranscendente a lo particular y trascendente…

En México, por ejemplo, los debates han sido acordados y manejados por los partidos, resultando en enfrentamientos monótonos y acartonados, discutiendo temas negociados por los partidos y no los que la gente quiere escuchar. El formato negociado no permite la libre expresión, ni la espontaneidad, ni la respuesta pronta al cuestionamiento oportuno; sí, seguramente, se parecen mucho al debate serio de los candidatos de la derecha en Francia, pero seguramente más aburrido que los debates americanos en donde todo va… En efecto, prefiero mil veces los debates abiertos y de confrontación que los debates negociados a los que estamos acostumbrados en México.

Siempre que un político habla de los grandes problemas nacionales, las políticas y los desafíos, son tan sólo palabras que se lleva el viento, porque lo que prometen es muy diferente a lo que realizan cuando llegan al poder. Sin embargo, las respuestas a bote pronto de los candidatos a preguntas no preparadas, a cuestionamientos personales revelan más acerca de quién es el mejor líder o el menos malo.

Lo que estamos viendo en Estados Unidos es una evolución natural de los debates de lo que prometen los candidatos a lo que en realidad es cada candidato en substancia: su preparación intelectual y fortaleza emocional para liderar una nación.

¿Quién ganó los dos primeros rounds de la pelea a tres entre Hillary y Trump?
El parecer generalizado es que Hillary ganó los dos primeros debates, el primero con mayor contundencia que el segundo, pero la concatenación de triunfos le ha dado un gran margen en las preferencias electorales, llegando al 80% de la intención de voto contra menos del 20% a favor de Trump. A menos de un mes de distancia de las elecciones presidenciales, parece ser que este amplio margen será muy difícil de remontar.

Los debates han mostrado que Trump tiene una relación intangible con la verdad: sus frases son prefabricadas y no se apegan a los hechos sino a su percepción subjetiva de lo que son. Sus seguidores son los enojados y descontentos con el sistema; lo siguen, no porque dice la verdad, sino porque les dice lo que quieren oír, porque es un perro rabioso de callejón que alimenta sus miedos y temores, atacando a las minorías que supuestamente controlan el tráfico de drogas, violan a sus mujeres y roban sus empleos. Trump despotrica contra el comercio internacional que según el beneficia más a los otros países que a Estados Unidos. Trump alardea que no paga impuestos porque así se lo permite la legislación y porque son malgastados por el gobierno. Sus seguidores lo apoyan porque representa la cara del cambio, por ser una cara diferente a las mismas de siempre… Sus seguidores lo llaman “el obrero billonario.”

La estrategia de Trump en ambos debates ha sido la de atacar y atacar. En el primer debate, calificó a Hillary como la candidata del status quo quien ha estado en la política por cuatro décadas. Ha hecho gala de intolerancia al culpar a Hillary de todos los males y errores de las administraciones de Clinton y Obama… Inclusive en el segundo debate, amenazó a Hillary con investigarla y meterla a la cárcel.

Trump no limitó su ofensiva solamente contra Hillary y su marido, sino también se lanzó contra los moderadores, yendo al extremo de descalificar las opiniones de su propio compañero de fórmula Mike Pence, resultando que la gente pensara que Trump es un llorón y desleal.

Cuando Hillary mencionó el comentario hecho por Trump una década antes en una entrevista televisiva acerca de que “podía hacer lo que quisiera con una mujer porque él era una estrella,” respondió que lo suyo habían sido solamente palabras sin importancia, mientras que las infidelidades de Clinton habían sido hechos reales. Cuando Hillary lo acusó de no haber pagado impuestos, Trump respondió que así se lo permitía la legislación y si a alguien se debería de culpar sería a ella porque había sido la legisladora.

Hillary se vio como es, un animal político de gran tradición política familiar, seria, aburrida y sin sentido del humor, pero muy profesional. En el primer debate apareció con gran confianza y seguridad, sonriendo todo el tiempo inclusive ante los ataques de su adversario. Durante el segundo debate mostró una cara diferente, apareciendo más formal y presidenciable… Parecía un osito panda de profundos conocimientos, tal y como el monje budista del monasterio Shaolin instructor del saltamontes de la afamada serie Kung Fu de los setenta. Cuando Trump la atacó diciendo que había defendido y mentido acerca de las infidelidades matrimoniales de su marido, en lugar de responderle mencionó las palabras de Michelle Obama “cuando ellos van abajo nosotros vamos arriba.”

Ambos contrincantes no mencionaron el muro ni la migración, lo que probablemente hubiera sido positivo para Hillary, pero prefirieron esquivar el punto. Una de las afirmaciones de Trump fue que México era la octava maravilla del mundo en cuanto a sus plantas industriales, implicando que Estados Unidos se estaba quedando atrás. Su verborrea le ganó la buena voluntad de los obreros al culpar a los tratados comerciales por el desempleo y al referirse a que no pagaba impuestos porque el gobierno los usaba mal.

Afortunadamente, en el segundo debate, se habló más de Rusia que de México, destacándose las diferentes posiciones de ambos. La buena relación de Trump con Putín, quien ha estado ayudando al primero con inteligencia acerca de Hillary; Snowden, refugiado en Moscú, continua sacando temas de Hillary en su wikiLeaks.

Al término del primer debate, Trump se percató de que lo había perdido, por lo que empezó a quejarse de una confabulación en su contra, porque le dieron un micrófono defectuoso, porque las preguntas del moderador habían sido capciosas, en otras palabras siguió la clásica conducta del bully de la escuela que abusa a otros y se queja cuando una de sus víctimas le da la cara y le gana la pelea. El segundo debate también lo ganó Hillary, probablemente con menor contundencia que el primero, pero todas las encuestas y sondeos de opinión la dan como clara ganadora. Trump volvió a culpar a los moderadores por sesgar el debate a favor de Hillary… confirmando una vez más de que es un llorón.

En donde Trump se vio mejor que Hillary fue con la respuesta a la última pregunta sobre qué admiraba de su contrincante. Trump respondió que Hillary nunca se doblegaba y seguía adelante, mientras que Hillary se vio mezquina al mencionar tan sólo que admiraba el respeto y afecto que le guardaban sus hijos.

El primer debate fue el más visto en la historia de Estados Unidos, uno de cada cuatro americanos lo vio: un total de 84 millones de americanos. Aun cuando el interés para el segundo debate decayó 25%, los 64 millones de televidentes que lo vieron continuaron siendo un segmento importante de la población americana.

¿Qué hay entre el peso y el pesado de Trump?
La pregunta que muchos nos hacemos es ¿cómo puede ser que una moneda considerada fuerte se deprecie y aprecie dependiendo de los vaivenes de un simple debate político?

Antes del primer debate los mercados pronosticaban que Trump ganaría por lo que el peso se devaluó a un mínimo histórico de 20.29 pesos por dólar, tendencia que se revertió después de concluido el debate con la victoria de Hillary. El peso se apreció en más de 2%, llegando a 19.79 pesos por dólar a la compra. Después del segundo debate, el peso continuo fortaleciéndose contra el dólar, llegando alrededor de $19 pesos, comprobando lo que los mercados venían diciendo, “si le va mal a Trump le va bien a México.”

México carece de un blindaje político por falta de destreza y liderazgo de nuestros gobernantes, lo cual genera incertidumbre y desconfianza. Fortalecer la confianza de los inversionistas, empresarios, trabajadores y consumidores requiere de credibilidad en las acciones del gobierno y ésta se gana con acciones contundentes en defensa del país, en la lucha contra la inseguridad, corrupción e impunidad, y si de algo ha dado muestras este gobierno es de debilidad, de falta de valentía política para enfrentarse aquellos que atentan contra la mayoría de los mexicanos, llámense estos maestros en busca de privilegios o miembros del crimen organizado o un fascista norteamericano que ha basado su campaña presidencial en denigrar y atacar a México y a los mexicanos.

Es cierto, la caída de los precios del petróleo y la perspectiva de aumento en las tasas de interés en Estados Unidos le han restado fortaleza al peso, pero probablemente el factor más importante que explica su gran fragilidad ha sido la pérdida de confianza de los inversionistas por la baja destreza política de la administración actual que no ha sabido lidiar con la amenaza que representa el candidato republicano. La volatilidad del peso ha aumentado por los factores Trump y Peña Nieto, uno por atacar a México y el otro por no saberlo defender.

En conclusión
Ambos debates manifestaron la falta de inteligencia emocional de Trump, comprobando que es un perro rabioso de callejón, con suerte para los negocios, pero con grandes carencias para llegar a ser un buen presidente. Hillary ganó los dos primeros debates y amplió su ventaja, y aun cuando falta el tercer y último debate que podría ganar Trump, la distancia entre ambos candidatos es tan grande que difícilmente podrá revertir su desventaja.

El peso seguirá mostrando signos de inestabilidad y se mantendrá entre los 19 y 21 pesos por dólar hasta después de las elecciones presidenciales. El factor Trump es tan importante en la fragilidad del peso gracias al factor Peña Nieto que genera desconfianza por su falta de liderazgo.

Parafraseando a nuestra poeta Lina Zerón, vivimos en un país tan grande que todo nos queda lejos: la seguridad, la dignidad y los buenos gobernantes… Pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de Peña Nieto.

miércoles, septiembre 28, 2016

El peso y el pesado de Trump

No recuerdo un mes de septiembre como el que acaba de pasar, en lugar de haber sido un mes patriótico lleno de símbolos de nuestra mexicanidad, ha sido un mes de traiciones, cobardía e ineptitud de nuestros gobernantes. Nuestra moneda ha sido la víctima no sólo de factores externos, sino de los ataques del candidato presidencial republicano a México y de la pobre defensa de los mexicanos por nuestro Presidente.

El peso se encuentra en sus niveles más bajos desde el 2012; de las 10 monedas más negociadas en el mundo, el peso es la moneda que más terreno ha perdido frente a la divisa norteamericana, su valor ha caído 5% en el último trimestre y 14% en lo que va del año. Esto ha generado preocupación e incertidumbre, no solamente entre los inversionistas, exportadores e importadores, sino entre la gente que se preocupa si va a tener que pagar más por sus bienes, si le va a salir más caro viajar al extranjero y si su ingreso va a disminuir. Por supuesto, los factores Trump y Peña Nieto han aumentado la incertidumbre sobre las perspectivas del país.

¿A qué se debe la depreciación de nuestra moneda, a una debilidad económica o a una debilidad política, a errores de política económica o de política internacional? Es cierto, la caída de los precios del petróleo y la perspectiva de aumento en las tasas de interés en Estados Unidos le han restado fortaleza al peso, pero probablemente el factor más importante que explica su gran fragilidad ha sido la pérdida de confianza de los inversionistas por la baja destreza política de la administración actual que no ha sabido lidiar con la amenaza que representa el candidato republicano Donald Trump. En efecto, la volatilidad del peso ha aumentado por el factor Trump y el factor Peña Nieto, uno por atacar a México y el otro por no saberlo defender.

La inestabilidad del peso lo evidencia el debate de los candidatos presidenciales. Los mercados pronosticaban que Trump ganaría el debate por lo que el peso se devaluó a un mínimo histórico de 20.29 pesos por dólar, tendencia que se revertió después de concluido el debate con la victoria de la candidata demócrata Hillary Clinton. El peso se apreció en más de 2%, llegando a 19.79 pesos por dólar a la compra.

La pregunta obligada es ¿cómo puede ser que una moneda considerada fuerte se deprecie y aprecie dependiendo de los vaivenes de un simple debate político? La triste respuesta es que México carece de un blindaje político por falta de destreza y liderazgo de nuestros gobernantes, lo cual genera incertidumbre y desconfianza. Fortalecer la confianza de los inversionistas, empresarios, trabajadores y consumidores requiere de credibilidad en las acciones del gobierno y la credibilidad se gana con acciones contundentes en defensa del país, en la lucha contra la inseguridad, corrupción e impunidad, y si de algo ha dado muestras este gobierno es de debilidad, de falta de valentía política para enfrentarse aquellos que atentan contra la mayoría de los mexicanos, llámense estos maestros en busca de privilegios o miembros del crimen organizado o un fascista norteamericano que ha basado su campaña presidencial en denigrar y atacar a México y a los mexicanos.

El candidato republicano tiene una relación intangible con la verdad, sus frases son prefabricadas y no se apegan a los hechos sino a la percepción subjetiva sobre lo que está pasando. Sus seguidores lo siguen no porque dice la verdad, sino porque les dice lo que quieren escuchar, por ser un perro rabioso de callejón que alimenta sus miedos y temores, atacando a las minorías que supuestamente controlan el tráfico de drogas, violan a sus mujeres y les quitan sus empleos a los americanos blancos. Trump despotrica contra el comercio internacional que según el beneficia más a los otros países que a Estados Unidos. Su popularidad ha crecido porque representa la cara del cambio, es una cara diferente a las mismas de siempre. Durante el debate Trump calificó a Hillary como la candidata del status quo quien ha estado en la política por cuatro décadas. Trump hizo gala de su intolerancia al culpar a Hillary de todos los males y errores de las administraciones de Clinton y Obama.

Ambos contrincantes fueron cuidadosos al no mencionar el muro ni la migración, lo que probablemente hubiera sido un factor positivo para Hillary, pero prefirieron esquivar el punto. Una de las afirmaciones de Trump fue que México era la octava maravilla del mundo en cuanto a sus plantas industriales, implicando que Estados Unidos se estaba quedando atrás. Su verborrea le ganó la buena voluntad de los trabajadores blancos al culpar a los tratados comerciales por el desempleo y al referirse a que no pagaba impuestos porque el gobierno los usaba mal.

Este primer debate ha sido el más visto en la historia de Estados Unidos, uno de cada cuatro americanos lo vio, un total de 81.4 millones de americanos.

Al término del debate, la primera impresión de Trump fue que había perdido por una confabulación en su contra, porque le dieron un micrófono defectuoso, porque las preguntas del moderador habían sido capciosas, en otras palabras siguió la clásica conducta del bully de la escuela que se la pasa victimando a otros y pega el grito al cielo cuando una de sus víctimas le da la cara y le gana la pelea. Desde un punto de vista racional el debate lo ganó Hillary, sin embargo los férreos seguidores de Trump consideraron que éste lo había ganado al verlo como de costumbre como un agresivo perro callejero.

En conclusión, el peso seguirá mostrando signos de inestabilidad y se mantendrá entre los 19 y 21 pesos por dólar hasta después de las elecciones presidenciales. El primer round lo ganó Hillary Clinton y seguramente no habrá sorpresas en el segundo y tercer debate. El factor Trump es importante en la fragilidad del peso gracias al factor Peña Nieto que genera desconfianza por su falta de liderazgo.

Parafraseando a nuestra poeta Lina Zerón, vivimos en un país tan grande que todo nos queda lejos: la educación, la seguridad, la dignidad y los buenos gobernantes.

miércoles, septiembre 14, 2016

El mes de la patria o el mes de las traiciones: Paquete Económico 2016... más de menos y menos que más

Cómo calificar a septiembre: el mes de la patria, de la independencia, de los niños héroes o el mes de la traición? Usted me dirá querido lector.

Quien quiera revisar mis escritos en este medio se podrá percatar de que al principio pensé que la administración de Enrique Peña Nieto iba por buen camino, no solamente porque Peña Nieto era, a mi juicio, el menos malo de los candidatos de ese entonces a la presidencia, sino porque en su primer año pudo llevar a cabo, dentro del pacto por México, las reformas estructurales que el país pedía a gritos. Sin embargo, a partir del segundo año, las decisiones políticas y de política económica empezaron a ser malas o a quedarse cortas, dando muestras de que los elementos más nefastos de nuestra historia continuaban: corrupción, impunidad e ineptitud. Poco a poco, de manera inexorable, las decisiones de política económica dejaron de ser menos para mejorar el bienestar general, y de ser más para favorecer los intereses a los cercanos al poder.

Las decisiones y acontecimientos durante Septiembre, nuestro mes patrio, más que hacernos enojar, nos han puesto tristes porque ejemplificaron la frivolidad y falta de patriotismo de la administración actual. La invitación de venir a México de su archienemigo, Donald Trump, se puede calificar –de manera optimista– como error de visión política, lo que en realidad pensadores y analistas califican como una gran traición. Ese acontecimiento le ha dado el tinte al mes de la patria, lo que tradicionalmente se podría considerar como el día del Presidente, ahora se considera –con justa razón– como el día de la traición a México.

Lo dicho por el Presidente Peña Nieto –en el marco de la inauguración de un ecoparque en la ciudad de Zacatecas– de que “Llegará el momento en que se entienda el porqué de mis decisiones…”, me hizo pensar en lo que Albert Einstein dijo una vez: “Si no puedes explicar algo de forma sencilla, es que ni tú mismo lo has entendido lo suficiente.”

Lo triste del caso es que la traición no terminó ahí, sino que continuó con (1) la presentación de su cuarto informe de gobierno, no como una rendición de cuentas ante la nación, sino como único participante en un concurso de popularidad ante un grupo de jóvenes lambiscones; (2) el nombramiento de su cuate y operador político, Luis Enrique Miranda, de Secretario de Sedesol con la supuesta misión de “reducir la pobreza,” cargo para el cual no tiene preparación o experiencia alguna, lo nombró para usar los recursos de Sedesol con fines políticos, no para ayudar a los pobres… el tocayo de EPN seguirá siendo su operador político, pero ahora lo hará desde la Sedesol, y (3) la revelación de un paquete económico, diseñado para hacer política más que economía.

El paquete económico presenta un fuerte recorte al gasto de capital mientras que mantiene básicamente constante el gasto corriente. El 92 por ciento de la reducción del gasto de capital corresponde a la inversión física, la cual tradicionalmente detona empleos, ingresos y crecimiento económico. Aun cuando el gasto corriente disminuye algo menos que el 4 por ciento, los servicios personales de los burócratas aumentan 0.3 por ciento.

Los cálculos del gobierno se hacen con base en dos supuestos contradictorios, por un lado suponen un crecimiento económico para el país de 2.5 por ciento en el 2017, pero de manera mágica estiman que los ingresos tributarios aumentarán casi cuatro veces la tasa de crecimiento, 9.7 por ciento, lo cual es contradictorio e irreal

En efecto, sólo puede haber aumentos en los ingresos impositivos cuando aumenta la eficacia en la recaudación y/o cuando aumenta el crecimiento económico. Empero, si algo nos puede decir la historia es que nuestra eficiencia para cobrar impuestos en México es muy baja. Los aumentos en la recaudación fiscal tendrían que venir del aumento en el crecimiento económico, de lo contrario, tratar de cobrar más a los que actualmente más pagan, a los causantes cautivos, reducirá el crecimiento económico aún más. En pocas palabras, el gasto corriente se financiará no con ingresos corrientes, sino con más deuda pública...

Hay dos tipos de detonantes para el crecimiento económico, los positivos y los negativos.

Dentro de los conceptos positivos para el crecimiento están: 1) cobrar menos impuestos a la inversión y ahorro privado promueve más el crecimiento que utilizar esos recursos para hacer inversión pública… en otras palabras, la inversión en manos de los privados genera más crecimiento en los ingresos y empleos de la nación que la misma cantidad en manos del sector público (esto no es algo que yo esté diciendo, es algo probado por la historia y se sigue probando en el día a día del devenir económico); 2) un aumento en el gasto de capital es mejor que un incremento en el gasto corriente; 3) una reducción en los impuestos genera más crecimiento que un aumento… esto quiere decir que el gasto e inversión privado son mejores para la economía que el gasto e inversión del gobierno (esto no es una opinión ideológica, es simplemente una observación real… los empresarios y trabajadores privados generan más riqueza que los burócratas).

Hoy en día solamente los políticos populistas y supuestamente de izquierda promueven las fórmulas contrarias al mejoramiento del bienestar de las grandes mayorías…

La primera lección que aprende un economista es que la escasez domina todo, porque no hay suficiente de todo para satisfacer las necesidades de todos. Sin embargo, la primera lección que aprende un político es olvidarse de la primera lección de los economistas…

¿Qué piensas querido lector: ha sido septiembre el mes de la patria, de los niños héroes, de la independencia o el mes de las traiciones…?

jueves, septiembre 08, 2016

Sale Videgaray, el cerebro político de la administración de Enrique Peña Nieto

Algunos días atrás le prometía a un grupo de amigos que no iba a escribir una nota al día, sino solamente cuando hubiera noticias importantes, la renuncia de Luis Videgaray Caso constituye una de estas, aparte de estar estrechamente ligada a las notas anteriores: “el costoso error de la visita de Trump” y “el pobre informe de gobierno bajo el bobo esquema de jóvenes lambiscones.”

¡Caray, que día tuvimos ayer 7 de septiembre de 2016!

Bueno, basta ya de preliminares y entremos a la pregunta motivo de esta nota:

¿Cuáles son las implicaciones de la salida del principal colaborador del Presidente?

Empecemos diciendo que la presidencia de EPN ha sido por demás una de las más extrañas de los últimos siete gobiernos. En esta administración los que han enfrentado las críticas y errores de política y de política pública no han sido los colaboradores y miembros del gabinete, sino el propio Presidente, distrayéndolo en sus funciones de dirección del país… lo que algunos mal pensados podrían juzgar como algo positivo. Sin embargo, parece ser que todo esto ha terminado con la salida de uno de sus secretarios más cercanos, el que más ha influido en este sexenio, quien fuera su encargado de finanzas en el gobierno del Estado de México, director de su campaña presidencial, arquitecto de las reformas estructurales en el pacto por México, su Secretario de Hacienda, el supér hombre considerado la sombra detrás del trono, el cerebro detrás de las principales decisiones de este gobierno, y quien orquestó la torpe visita de Trump a México.

Varios analistas pensamos que los dos hombres fuertes de Enrique Peña Nieto, Videgaray y Osorio Chong, iban a quedarse hasta el final de su sexenio, y si alguno de los dos tuviera que irse sería el Secretario de Gobernación, pero fue Videgaray el que se fue, y no por un error previsible en el ejercicio de su cartera, sino por ser el más propositivo y arriesgado de los asesores del Presidente. Los otros miembros de su gabinete han preferido trabajar en la sombra, detrás de bambalinas, haciendo lo mínimo o casi nada para evitar las críticas. No quieren sacar la cabeza y arriesgar a que se las corten o pasar a la historia como proponentes de algo fallido, sino pretenden terminar el sexenio sin que los corran. Haciendo una analogía con el ‘bax’, los miembros de su gabinete prefieren correr y rehuir el combate, terminando de pie, antes que atacar y arriesgar a que los noqueen, porque entraron al cuadrilátero no a ganar, sino a perder de la mejor manera... o de la manera menos peor.

Con una visión retrospectiva de 20/20, la invitación a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos de venir a México, y la aceptación de que viniera Trump, pasarán a la historia como uno de los errores más costosos de este gobierno y, probablemente de muchos gobiernos; va a ser el clásico ejemplo de lo que nunca se debería de hacer, uno de los ‘nonos’ de política internacional.

La propuesta de Videgaray, aceptada por el Presidente y sus colaboradores, fue una apuesta que perdió; seguramente, deslumbrado por los beneficios, no pudo apreciar los costos y riesgos; vio la iniciativa como una manera para posicionar en el escenario mundial a Peña Nieto como líder de la política internacional y de paso hacerlo más popular en el país, pero los beneficios esperados fueron tan sólo un espejismo… Caray, ahora, después del hecho, cuesta trabajo pensar que alguien en el uso pleno de sus cabales se le pueda ocurrir que seria bueno enfrentar a Peña Nieto con Trump, conociendo el perfil de ambos. Seguramente varios de los miembros del gabinete pudieron apreciar los riesgos, pero prefirieron callarse, dejando que Videgaray y el Presidente asumieran todos los riesgos.

Luis Videgaray salió del gabinete porque había perdido credibilidad como timonel de la administración, mostrándole, de tal manera, algo de lealtad a Peña Nieto, ya que su presencia le estaba pegando. Videgaray asumió las consecuencias de la fallida visita de Trump, quien continua mostrando su habilidad política callejera declarando de que la salida de Videgaray es confirmación de lo bien que le fue en su visita a México… “that’s how well we did!”

Y, ¿qué hay con respecto al resto de los cambios en el gabinete?

Ahora el Secretario de Hacienda será José Antonio Meade Kuribreña, quien había sido Secretario de Hacienda en el gobierno de Felipe Calderón y fungía como Secretario de la Secretaría de Desarrollo Social; un funcionario que no es asociado a ningún partido y con buenas relaciones con todos. Meade llega a recortar el gasto público y a poner orden en las finanzas del Estado, cuya deuda pública había crecido preocupantemente, sobre todo porque no había sido acompañado por un aumento paralelo en la inversión pública. Su desafío va a ser el saneamiento de las finanzas, más que perder el tiempo en hacer política, actividad a la cual le dedicaba más tiempo su antecesor Luis Videgaray.

El gran cuate de Peña Nieto, quien fungía como subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, considerado el operador político del Presidente, entra ahora como Secretario de Sedesol con la misión de “reducir la pobreza.” Este nombramiento parece extraño pues no hay ninguna indicación en el perfil de este hombre que lo haga adecuado para tal cartera, pero cuando se considera que Sedesol es más bien un instrumento político, entonces su nombramiento resulta explicable: El otorgamiento de los recursos de Sedesol se hará de acuerdo con las necesidades de política, no por las necesidades de quienes menos tienen. El tocayo del señor Presidente seguirá siendo su operador político, pero ahora lo hará desde la Sedesol.

Lo dicho por el Presidente Peña Nieto –en el marco de la inauguración de un ecoparque en la ciudad de Zacatecas– de que “Llegará el momento en que se entienda el porqué de mis decisiones…”, me hizo pensar en lo que Albert Einstein dijo una vez: “Si no puedes explicar algo de forma sencilla, es que ni tú mismo lo has entendido lo suficiente.”

Peña Nieto causa pena ajena… no llegó a la presidencia por capacidad o liderazgo sino gracias a una democracia manipulada y sesgada por los medios… me decía Rosamar, una de mis estudiantes y ahora amiga economista, “cuando el poder es heredado, impuesto o determinado, más temprano que tarde, termina por llegar un príncipe idiota a detentarlo.”

viernes, septiembre 02, 2016

Informe Presidencial o concurso de popularidad: ¿qué fue éste cuarto informe de gobierno?

Como muchos de ustedes ayer 1ro de septiembre de 2016 estuve escuchando el diálogo entre 300 jóvenes y el presidente Enrique Peña Nieto. Mi primera impresión de lo que vi fue de una especie de “reality show”, en donde la figura central se rodea de varios amigos para que lo aplaudan y le rindan pleitesía. No se trató de una reunión con espíritu crítico, sino de un montaje acartonado con jóvenes seleccionados por su entreguismo al régimen y con preguntas preparadas. Una de las primeras preguntas fue ¿qué más buenas noticias tiene de mejoras en nuestro país?, pues gracias a usted tenemos prácticamente todo.” Ya con esa pregunta se le marcó el rumbo y perfil al resto de la reunión, haciéndome pensar que estaba viviendo en el país de las maravillas, no en el país de las tristes realidades.

En el pasado, el día del Informe Presidencial era el Día del Presidente, el Presidente iba al Congreso y pronunciaba un largo discurso frecuentemente interrumpido por aplausos. Eso cambió con la apertura democrática que permitió las críticas, y ante las amenazas de la oposición, los presidentes recientes prefirieron rendir su informe, no en el Congreso, sino ante un público amigo de funcionarios y políticos aliados e invitados especiales.

Ahora, se presentó un nuevo formato en dos vertientes; por un lado, el Secretario de Gobernación Osorio Chong fue al Congreso a entregar el informe impreso, y por el otro, el Presidente Enrique Peña Nieto se reunió en Palacio Nacional con varios jóvenes que se supone representaban a la juventud de México, pero que en realidad sólo representaban los intereses del gobierno.

Ayer no solamente no fue el día del señor Presidente ni el día de rendición de cuentas a la nación, sino siguió siendo un día bajo la sombra de la malograda visita de Donald Trump. El propósito de convertir el cuarto informe en el día de un popular presidente, fracasó al caer en el ridículo las intervenciones zalameras de esos jóvenes lambiscones. Lo de ayer no fue un informe, ni un debate, ni un mensaje a la nación, fue tan solo un concurso de popularidad organizado por presidencia en donde sólo hubo un único concursante… Enrique Peña Nieto.

Lo que se debe de hacer en los siguientes informes es presentar una verdadera rendición de cuentas en un formato cercano a un régimen parlamentario, en donde los representantes democráticos del país cuestionen abiertamente al presidente, su gobierno y partido sobre los logros y fracasos de su administración.

El Cuarto Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto quedó muy lejos de su pensamiento de que “Lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho.” Como siempre la triste realidad nos situó en el otro extremo en donde “lo malo se siente y se siente mucho…”

En conclusión, dos días de fracasos de la administración de Enrique Peña Nieto.

jueves, septiembre 01, 2016

Crónica de una visita anunciada… Trump vino, vio y venció…

Como era previsible, Donald Trump se reunió por una hora en lo oscurito con Peña Nieto, haciéndose después declaraciones públicas de forma y sin fondo en los Pinos, para finalmente cada uno de ellos continuar a sus compromisos siguientes.

¿Cuál es a bote pronto mi evaluación de la visita?

Durante la llegada y las declaraciones a los medios, Enrique Peña Nieto apareció titubeante, conciliador y pacificador, haciendo uso de un discurso repleto de las frases trilladas de política exterior, como “hay grandes oportunidades para ambos países” y “nuestros países son muy importantes el uno para el otro.” De cara a Trump, EPN no le pidió que se disculpara con los mexicanos por sus insultos y ofensas, las cuales minimizó al referirse a estas como malas interpretaciones…

Trump ha dicho que “...los mexicanos traen a Estados Unidos drogas y criminalidad... que somos violadores... que México no es amigo de Estados Unidos... que los mexicanos estamos estafando a Estados Unidos más que casi cualquier otra nación... etc.” ¿Cuáles son las malas interpretaciones señor Presidente?

Donald Trump, por su lado, recurrió a las grandes palabras para referirse a los mexicanos, confirmando una vez más que es un hombre de palabrería que no tiene palabra.

Terminadas las declaraciones a los medios, Trump se fue a Arizona donde retomó su retórica antimexicana, asegurando que el muro se iba a construir y que lo iban a pagar los mexicanos, informando que el tema de quien lo iba a pagar no se discutió con el presidente mexicano.

Esa noche, Peña Nieto fue entrevistado por Denisse Maerke apareciendo valiente y combativo, actitud que, en lugar de fortalecerlo, lo debilitó aún más, porque ahora no tenía al oponente enfrente.

Mientras que Trump negó que se hubiera hablado de quien iba pagar por el muro, Peña Nieto fue categórico al informar que le dijo a Trump que los mexicanos no iban a pagar por el muro… ¿Quién estará mintiendo?

Creo que, la mayoría de mis tres o cuatro amigos lectores, estarán de acuerdo conmigo que la visita dejó un saborcito a traición y humillación. La imagen de lo sucedido me hizo recordar el análisis de mi esposa sobre los pueblos y sus líderes, el cual concluía que la baja autoestima de un pueblo se refleja en sus líderes, quienes prefieren congraciarse con los líderes abusadores de naciones más fuertes que enfrentarlos... ¡El complejo de la Malinche!

Ahora, ¿qué resta por hacerse? La cancillería debe continuar buscando la visita de la candidata demócrata Hillary Clinton, a la cual el gobierno de México ofendió por errores de previsión, coordinación e ineptitud al tenderle la mano al rival de ambos.

Pero, no solo Peña Nieto ofendió a Hillary y a los demócratas americanos, sino agravió aún más al pueblo de México al preferir agacharse y quedar bien con el billonario americano que dar la cara en defensa de los mexicanos que lo llevaron al poder y a los que les juro defender sus intereses.

Marcador final: Donald Trump cinco, Peña Nieto cero.

miércoles, agosto 31, 2016

Peña Nieto - Trump: El triunfo del cordero sobre el lobo... hay si, cómo no.

Hoy miércoles 31 de agosto de 2016 me levanté con la sorprendente noticia de que el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, va a tener una junta privada con uno de los políticos que más han atacado e insultado a México y a su gente en los últimos años. Qué pena que Peña sea tan inculto que por ignorancia repita los grandes errores del pasado de los timoratos y cobardes que pensaron que podían dialogar y apaciguar a un Atila frente a Roma: como dice el historiador Krauze, “a los tiranos se les enfrenta con dignidad y valentía.” No hay que olvidar al primer ministro británico Chamberlain quien en 1938 trato de apaciguar las ambiciones de Hitler a costa de entregarle parte de Checoeslovaquia con la promesa, eso sí, de que ya no amenazaría a más países. ¡Y se lo creyeron!

Si algo hubiera podido aprender de la historia un individuo que llegó a la presidencia por su carisma, presencia y artimañas, no por logros y preparación, es que el diálogo nunca ha beneficiado a los débiles, sino a los déspotas. El diálogo respetuoso es una opción razonable cuando se trata de gente razonable, pero es algo muy peligroso cuando se trata de tiranos malintencionados. La historia ha juzgado la reunión de apaciguamiento de Chamberlain con Hitler en uno de los errores más caros de la historia. En efecto, a los injustos se les da la cara y se les pone el alto con firmeza y sin titubeos.


No sé si Enrique Peña Nieto por estupidez, ignorancia o cobardía se presta al juego de Trump que viene a México, antes de dar su discurso sobre migración en Arizona, buscando el apoyo de los americanos de origen mexicano y el repunte en las encuestas. Trump tiene mucho que ganar al aceptar la invitación de Peña Nieto, pero que tiene Peña de ganar, excepto un mayor descontento popular. El billonario americano se ha chamaqueado al presidente mexicano.

Qué vergüenza, que el presidente, en lugar de defender a los que lo llevaron al poder para cuidar y avanzar sus intereses, se meta a un cuarto privado con la persona que más los ataca e insulta, disque a dialogar, pero por favor, ¿qué puede lograr el cordero de Peña Nieto en lo obscurito contra el lobo demagógico, populista, prepotente y racista de Trump? 


Caray, quien no puede entender que, amen de lo que se discuta, la agenda que cada quien traiga a la mesa no es lo relevante, lo trascendental es la propia reunion, que se junten, para que así Trump pueda vender la imagen de que es conciliador y capaz de negociar con lideres de otras naciones, inclusive con el presidente del país mas odiado por el.

Dadas las inoportunas y torpes invitaciones de Peña Nieto a ambos candidatos a la Casa Blanca de visitar México, lo mejor hubiera sido cancelar la aceptación de Trump de visitarnos en éste día arguyendo compromisos previos… Y si no tiene los pantalones para hacerlo y la reunión se tiene que llevar a cabo, la debe de hacer de manera pública y transparente… lo primero que tiene que hacer como líder de México es pedirle a Trump que se disculpe ante los mexicanos por todo lo que les ha dicho en su contra.

No solamente Enrique Peña Nieto atenta contra los mexicanos al aceptar una reunión privada, sino que se hace de un enemigo gratuito, la candidata presidencial defensora y respetuosa de México Hillary Clinton, al ayudar consciente o inconscientemente en su lucha política a su rival Donald Trump…

Ay, pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de Peña Nieto.