domingo, diciembre 17, 2017

AMLO si no gano, arrebato: Pirruris

El mediocre, cuando se le acaban los argumentos, recurre a los insultos personales.

Ahora AMLO califica a sus rivales de pirrurris, fifis, títeres, etc. (manifestando menosprecio clasista), y luego los llamó blanquitos (en una clara alusión racista). AMLO parece incapaz de hablar de manera racional, respetuosa y argumentada de sus contrincantes, recurre al consabido ataque personal, al insulto, a la ofensa, a la burla, y al sarcasmo, para dar la impresión de que está por encima de ellos.

El comportamiento insultante y acusatorio de AMLO en la precampaña apunta a una campaña en el 2018, no de propuestas, si no de acusaciones a sus adversarios de corrupción, de mafiosos e insultos clasistas y raciales...

AMLO le está apostando --en su último intento por llegar a la presidencia-- a la confrontación, a la división de clases y al odio racial... Y todos aquellos en su equipo y gabinete no pueden ser tan ciegos como para no darse cuenta hacia donde está llevando a la sociedad Mexicana en su ambición personal por el poder: a despertar al México Bronco.

viernes, diciembre 15, 2017

Los presidenciables al final del 2017

Una imagen de la situación política del momento nos la da las encuestas de las preferencias ciudadanas, pesquisas que no son la verdad sino tan sólo una guía. Al momento, los candidatos más populares son los representados por (1) la Coalición Juntos Haremos Historia integrada por Morena, PT y Encuentro Social (PES), (2) el Frente Ciudadano formado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, y (3) la coalición “Meade ciudadano por México” compuesta por el PRI, PANAL y Verde. Al día de hoy, la figura de los candidatos independientes no es una opción que destaque. Te confieso querido lector que este economista, con pretensiones de escribiente, tenía y sigue teniendo la ilusión de que está opción en el panorama electoral presidencial de nuestro país constituye una buena alternativa, pero como en todo, el diablo está en los detalles.

El mecanismo para la aceptación por las autoridades electorales de los candidatos independientes ha probado ser excesivamente complicado y nada representativo de la educación y el acceso a la tecnología de la mayoría del pueblo mexicano, sugiriendo que se propusieron requisitos tan difíciles de satisfacer a fin de disminuir el peligro que constituían para los partidos los candidatos independientes. Los únicos aspirantes independientes que al momento pueden tener la posibilidad de ser aceptados, son el ex priísta arrepentido Jaime Rodríguez “El Bronco” y la ex panista y esposa del expresidente Calderón, Margarita Zavala, los cuales en realidad no son representativos de verdaderos candidatos independientes, tal como podría ser el empresario y periodista Pedro Ferriz de Con.

Las encuestas destacan un punto interesante: la contienda se perfila, no como una lucha entre partidos sino, como una competencia entre candidatos. En efecto, la mayoría del electorado está harta de los partidos y las recientes coaliciones entre ellos manifiestan más de lo mismo. Por ejemplo, ¿cómo puede Morena aliarse con el Partido Encuentro Social, uno de los partidos más derechista y ultraconservadores del país? ¿Cómo puede Andrés Manuel López Obrador aceptar al ahora “Izquierdista Iluminado” y antes “Incansable Luchador Priísta” Esteban Moctezuma? ¿Cómo se puede explicar la unión de dos enemigos naturales, el PAN que representa a la Iglesia y derecha mexicana con el PRD de filosofía y valores diametralmente opuestos? Éstas son tan sólo una muestra de las razones por las que los mexicanos están hartos de los partidos tradicionales; sus acuerdos para alcanzar el poder confirman una vez más que su ambición por llegar al poder vence cualquier ideal o compromiso social de los partidos.

En cuanto a las preferencias sobre los candidatos, las más recientes encuestas revelan el secreto a voces que todos veníamos sospechando: AMLO es el candidato puntero, con un margen de preferencia de cuatro hasta siete puntos sobre su más cercano rival, Ricardo Anaya, seguido un poco debajo de éste, por Meade; en la retaguardia –muy lejos de los tres punteros– están los independientes Margarita Zavala y Jaime Rodríguez “El Bronco”.

Claro, lo anterior es el panorama de precampaña, la imagen revelada por las preferencias ciudadanas al cierre del 2017. Seguramente todo esto va a cambiar durante la campaña en el 2018, la popularidad de Andrés Manuel probablemente disminuirá –tal como sucedió en el 2006 y en el 2012. Este escribiente considera que Ricardo Anaya tiene más posibilidades de ser el rival de AMLO, por tener más carisma con el electorado y ser un político con mayor experiencia que José Antonio Meade. El exsecretario de hacienda puede ser el más preparado, un buen economista y la persona con mayor experiencia de servicio público, sin embargo, es un mal candidato político para la contienda presidencial.

En cuanto a los candidatos independientes, probablemente sólo los dos antes mencionados, alcanzarán a cumplir con los requisitos impuestos por el IFE, pero no creo que lleguen a ser contendientes en la recta final, al final de la carrera solamente veo a Andrés Manuel López Obrador y a Ricardo Anaya.

Discutiendo las opciones presidenciables, mencioné –en una peña de amigos– que consideraba a José Antonio Meade ser el candidato más preparado, siendo interrumpido por un amigo que enojado me gritó que él nunca votaría por el PRI, lo cual yo no estaba recomendando, pero que ilustra el punto de que gran parte del electorado van a asociar a Meade con el PRI. Lo que le contesté a él, y ahora les digo ustedes, no voten por los partidos, porque ninguno de los tres candidatos representa a ningún partido, voten por el candidato que a su juicio le haría menos daño a la nación.

En resumen, en las elecciones presidenciales del 2018 no se tratará de elegir al primer óptimo, sino de evitar al más negativo.