sábado, diciembre 27, 2014

La Entrevista y Corea del Norte

La tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte ha crecido por la película de Sony La Entrevista, comedia basada en el intento de asesinato del líder norcoreano Kim Jong-un. El régimen norcoreano ofendido por la película se le ocurrió hackear a la compañía Sony, la cual en un principio cedió ante el temor de las represalias retirando la cinta del mercado. La respuesta de la administración de Barack Obama no se hizo esperar, considerando un acto de ciber terrorismo la acción del gobierno norcoreano, por lo que consideró que la película se tenía que exhibir, pues no se podía ceder a las amenazas. De manera infantil, el gobierno de Kim Jong-un ha negado toda responsabilidad en el ciber ataque a Sony.

Esto parece ser una tragicomedia. Le hubiera ido infinitamente mejor al gobierno norcoreano haberse quedado callado, pues en lugar de haber logrado que la película no se viera, con sus acciones infantiles la promocionó, despertando el interés de todo el mundo. El gobierno de Barack Obama no solamente convenció a Sony de exhibir la película sino que la pusiera a disposición de todo el mundo colocándola en Internet.

Lo sucedido prueba una vez más lo que la historia nos ha venido diciendo: no hay peor régimen que el de un dictador. En el gobierno de un solo hombre las decisiones no se hacen de manera racional sino visceral.

A mí en lo particular, me gustó y me divirtió La Entrevista. Se las recomiendo.

martes, diciembre 23, 2014

Mensaje navideño y de fin de año 2014




Desde 1990 cuando trabajé en Washington, DC me acostumbré a enviar a amigos y familiares un mensaje de fin de año para informarles sobre lo que había pasado durante el año. Claro, en algunos años la flojera triunfó y no envié nada excepto una tarjetita navideña expresando mis buenos deseos.
Retomando dicha tradición a continuación les informo de lo más importante del 2014 para el clan Gutiérrez-Poucel-Oosthusysen.
Los Amigos
Empezaré con el tema de la amistad, esa curiosa relación que varía de acuerdo al amigo, pues hay amigos más leales, más intelectuales, más artísticos, más introvertidos, más malhablados, más sensibles, más agresivos, etcétera. Y digo “más” porque estos atributos no están escritos en blanco y negro sino tienen un rango infinito de posibilidades. Un amigo no es leal o desleal, sino es más o menos leal, pero puede ser generoso, simpático y creativo. Lo importante en los amigos es esa combinación de atributos que nos hace sentirnos bien con cada uno de ellos a pesar de que son tan diferentes entre ellos.
En ese sentido he sido muy afortunado de tener tantos y tan variados amigos. He mantenido a mis amigos de primaria, secundaria, preparatoria, universidad, mi vida profesional y aquellos que me he encontrado en el transcurrir de la vida.
Los Williamescos
“Los amigos escuchan todo lo que tú dices, los buenos amigos escuchan lo que tú no dices.”
Este es el grupo de compañeros con los que cursé primaria y secundaria en el colegio Williams de 1951 a 1959. Este año cumplimos nuestro aniversario 56 años de haber salido del colegio. A pesar de que todos tomamos rumbos diferentes, lo importante no fue hacia dónde fuimos sino lo que llevamos de cada uno de nosotros durante esos años de niñez y adolescencia. Fue una amistad en donde no había intereses más allá que el de jugar y lograr buenos amigos. Con este grupo nos reunimos a comer una vez al mes y celebramos anualmente cada aniversario.
Los Cuatreros
Cuando mueres, si tienes cinco buenos amigos, entonces has logrado una vida plena.”
Mis compañeros y grandes amigos de la gloriosa Preparatoria Cuatro de Puente de Alvarado 50.
Con este grupo nos juntamos a desayunar regularmente cada dos meses. Mi querido Jorge Bopper Ángeles tuvo un desafío de salud, pero como buen gallito de pelea salió adelante y ahora se está recuperando bajo el cuidado de su gran amiga y esposa de toda la vida Liz. Gerardo sigue con sus actividades intelectuales y dando clases en la UNAM. Germán sigue tocando corneta y lamentándose de que no puede conseguir músicos que ensayen para reconstituir a los Boppers. Luis disfrutando su retiro en San Miguel de Allende. Carmen feliz y contenta en Querétaro. Gloria disfrutando su vida en Estados Unidos con mi amigo paquistaní. Guille sigue tan bella y dulce como siempre.
La Cofradía
“La educación en la escuela da conocimientos; la educación en el trabajo, sabiduría.”
En mis dos décadas de trabajar en el BID y el Banco Mundial tuve la oportunidad de trabajar con un grupo de profesionales en las áreas de energía e infraestructura. Nos conocimos analizando interesantes proyectos en lugares exóticos ante burócratas a veces difíciles y desafiantes. En ese proceso de encarar desafíos, rivalidades y aprendizajes conjuntos sembramos las semillas de una gran amistad que perdura hasta nuestros días. Ahora todos estamos jubilados y a pesar de que vivimos en diferentes países nos mantenemos en contacto. Inclusive, Ricardo, el otro economista del grupo, fue comentarista de mi libro de ficción “Warriors in Paradise.”
Los miembros de este grupo que todavía radican en el área de Washington D.C. se siguen reuniendo periódicamente para comer y beber cerveza, “Energy Beer Club.”
Tengo que destacar al Franco-Charro Yves a quien conocí trabajando en tarifas y costos marginales y ahora es mi amigo y compadre, siendo el padrino de mi hija menor Sabrinqui.
Similares… pero no iguales
“Los extraños son amigos en potencia esperando que sucedan.”
Como es natural, a los amigos no solamente los conocemos en los lugares donde estudiamos y trabajamos, también los encontramos en el transcurso de la vida. De mis estudios de licenciatura en la UNAM, maestría en Manchester, doctorado en Leicester, y estudios de posgrado en Harvard, solamente mantengo amistad cercana con tres de ellos. El de la escuela de economía, mi gruñón compadre al que respetando sus deseos no mencionaré su nombre. De Harvard mantengo una buena relación con Sadio y Gustavo. Y siendo el mundo tan pequeño, ahora tengo una amistad muy cercana con su hermano gaucho-charro, Bruno.
Todavía mantengo una buena amistad con mi compañero de ejercicio y farras de la colonia Roma, el güero Emilio, y con mi antiguo jefe y actual amigo Juanito. Sigo disfrutando la compañía de mis compañeros cinéfilos, intelectuales y cómplices de fechorías Oscar y Carlos del CIDE de 1976 a 79.
La relación sudafricana también ha dado frutos. Mantenemos muy buenas relaciones con Bernt, Claudia, Malcom, Amoure y Colette. No hay que olvidar a los amigos y vecinos de Acapulco Anna, Kathy y Antonio.
Marilú, en sus múltiples actividades, se reúne una vez a la semana con un grupo de amigas a jugar Mahjong, grupo que denominamos las Mayonesas, y se divierten tanto que en una cena nos invitaron a los esposos, los que hicimos migas inmediatamente y nos autodenominamos los Mayonesos.
La Familia
Ahora si le toca la familia y, caray, hay tanto que decir que no sé por dónde empezar y cómo distinguir entre lo relevante de lo interesante, pero ahí les va.
Primero déjeme hacer una breve elucubración sobre el modelo familiar. El modelo que la mayoría de mis contemporáneos vivimos cuando crecíamos es muy diferente al modelo de familia actual. Hasta la década de los ochentas, nos reuníamos los domingos a comer con toda la familia en la casa de los abuelos. Con los cambios en el transporte y las comunicaciones, ahora el modelo familiar es diferente y se mantiene a través de los medios modernos de comunicación. Ahora, sólo de vez en cuando la familia se junta a comer en la casa de los abuelos. Y aquellos abuelos que no saben utilizar el Internet, pierden un contacto más versátil con sus amigos y seres queridos.
Con esta breve introducción, pasemos ahora a relatar las actividades de cada uno de nosotros durante el 2014.
Gutiérrez-Poucel-Oosthuysen
Viajamos Marilú, Cassandra, Sabrina y un servidor a Sudáfrica para celebrar el cumpleaños 85 de mi querido suegro Moss, un Boher auténtico, recio, rudo, callado y leal. Un hombre que superó grandes desafíos en su vida, la polio, el cáncer, un ataque al corazón y dos esposas. Todas las noches se tomaba entre un cuarto a media botella de brandy sin que nunca lo hubiera visto pasado de copas. Fue un viaje muy afortunado porque Marilú ya presentía que a la mejor iba a ser el último cumpleaños de su papá. Desgraciadamente su presentimiento se convirtió en realidad y falleció a principios de diciembre, por lo que Marilú tuvo que viajar de emergencia a Sudáfrica dejándonos a Cassandra y a un servidor para qué pasáramos Navidad y Año Nuevo por primera vez sin su amorosa compañía.
  • Marilú tuvo un intenso año de estudio, siguiendo sus actividades de grafología, cerebrales (cómo funciona y aprende el cerebro), y jugadora profesional, volviéndose una vaga en el juego de Mahjong.
  • Lester sigue trabajando como maestro y manteniendo una familia feliz y saludable. Mi nieto Leonardo se pasó medio año con Bethany (mi primera esposa) y Will (mi amigo y esposo de Bethany) en Arlington, Virginia. Mi nieta Marian sigue llenándome de alegría con su simpatía, bailes, cantos y belleza.
  • Christopher sigue viviendo y trabajando en Portland, Oregón. Tuvo su primer hijo con mi querida nuera texana Shannon a quien le dieron el nombre de Hermán Xavier. Les puedo decir con toda neutralidad y objetividad de que mi nieto nació riéndose. Tiene la risa más contagiosa del mundo. Alguien preguntó que de dónde le venían sus orejas, así es que les puse la siguiente fotografía incluyéndome a mí, Christopher, Sabrina y mi querido nieto. Ustedes dirán de dónde le vienen esas bellísimas orejas.


  • Cassandra sigue con sus estudios de arquitectura y a punto de terminar su carrera. Sigue con su novio Gala, quien también es arquitecto. Dentro de sus proyectos sigue con la inquietud de construir su primera casa o edificio.
  • Sabrina sigue estudiando en Oxford, Inglaterra. Está muy contenta y repleta de actividades. Nos vino a visitar durante sus vacaciones y nos hizo hacer ejercicio con ella… Ay, ay todavía nos siguen doliendo músculos que no sabíamos que teníamos. Se va a pasar Navidad y Año Nuevo en España con una amiga. Tiene un novio inglés, que a pesar de ser británico tiene algunos atributos que me han conquistado: le gusta boxear.

Luis Emiliano
En cuanto a mí, que les puedo decir que ustedes no sepan ya, excepto que el 2014 fue un año interesante y productivo.
  • Finalmente me dieron mi nacionalidad y pasaporte español. Mi comadre mexicana, la madrina de Cassandra, me preguntó que si no me sentía orgulloso de ser mexicano. Le contesté que era orgullosamente mexicano, pero que también tenía orgullo de la nacionalidad de mi madre y de mi abuelo.
  • Este año finalmente publiqué mi primera novela de ficción. Siempre he sido un voraz lector, pero cuando empecé a trabajar para el Banco Mundial, me entró una fascinación por las novelas de acción, suspenso y misterio. Así es que siempre tuve la inquietud de escribir una novela noir en inglés, por lo que me senté y en cuestión de tres a cuatro meses terminé mi primera novela, la cual espero que más de uno de ustedes la haya leído, “Warriors in Paradise.”
  • El 2014 también fue un año de varios artículos. Dados los desafíos de México y del mundo, escribí más sobre los aspectos sociales y políticos que los económicos. Probablemente escribí más sobre la corrupción como el tema principal de México y la semilla de todos los males que nos aquejan de manera creciente. Lo que pasó en México durante el 2014 solamente se explica si se entiende que la causa común fue y sigue siendo la corrupción.
  • Los dos artículos que más me gustaron del 2014 fueron las perspectivas del crecimiento y el balance del segundo año de gobierno. Espero que los hayan leído o los vayan a leer.
Bueno, para ya no cansarlos más, termino deseándoles “que la paz y la esperanza estén presentes en su camino durante ésta Navidad y Año Nuevo.
El Clan Gutiérrez-Poucel-Oosthuysen”.

viernes, diciembre 05, 2014

Balance del segundo año de gobierno de Enrique Peña Nieto

En el 2012, después del triunfo de Enrique Peña Nieto, escribí sobre lo que podíamos esperar del regreso del PRI al poder. Una de mis conclusiones era que el PRI iba a tratar de evitar los errores del pasado y asegurar su permanencia en el poder mediante una mejor gestión. Un año después, a finales del 2013, hice un balance del primer año de gobierno de EPN, destacando que había empezado su administración con un toque de genialidad al lograr con los partidos de oposición el Pacto por México, lo que permitió alcanzar los acuerdos para llevar a cabo las reformas necesarias que se venían discutiendo desde hacía 25 años.

Este logro generó grandes expectativas, siendo frecuente escuchar en los medios y en las pláticas casuales que: “el PRI si sabía gobernar”, “el PRI podría ser corrupto, pero era eficaz”, etc. En esa evaluación del primer año de la administración de EPN también destaqué las fallas que había observado en seguridad, corrupción e impunidad, y en el manejo de la economía.

Vicente Fox en su segundo año de gobierno intentó hacer un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, proyecto que no pudo llevar a cabo, acabando básicamente con esto su administración. El resto de su sexenio se la pasó navegando bajo los logros de mantener a la economía estable. Felipe Calderón enfrentó en su segundo año la crisis financiera internacional y una escalación en la espiral de violencia, pero poco pudo hacer para reducir la criminalidad. El resto de su administración se la pasó defendiéndose de las críticas hacia su estrategia de combate a la delincuencia.

Con los resultados y el desempeño del gobierno de EPN durante el 2014 —el segundo año de su gestión— ¿qué es lo que podemos esperar de esta administración en los cuatro años que le restan?

¿Cómo nos fue en el 2014?

A dos años de iniciado su gobierno, parece que mis expectativas iniciales fueron muy optimistas y las fallas que noté durante su primer año de gestión se profundizaron en el 2014, generando incertidumbre y un gran malestar en la población. El sentir general de los mexicanos es ahora de que “lo corrupto no se le ha quitado el PRI, pero eso de que era capaz para gobernar ya se probó que no es el caso”. Muchos analistas consideran que EPN no tiene la experiencia ni la sensibilidad necesaria para mover a México en la dirección correcta.

Las encuestas del Grupo Reforma le dan al gobierno de EPN bajísimas calificaciones:

  • El 65 por ciento de la ciudadanía opina que están manejando mal el combate a la corrupción. Esta es la calificación más desfavorable al gobierno de los últimos 14 años.
  • EPN inició su gestión con un 30 por ciento de rechazo ciudadano, rechazo que prácticamente se duplicó al 58 por ciento para diciembre 2014. Esta es una desaprobación más alta que las que recibieron los gobiernos de Zedillo, Fox o Calderón.
  • Los líderes de opinión le dan una calificación promedio de 3.6, muy por debajo del 7.1 que le otorgaron al inicio de su gestión.
  • Asimismo, los líderes de opinión le dan una aprobación a EPN de 21 por ciento, muy por debajo del 78 por ciento que le dieron cuando empezó su gobierno.

El Gobierno de EPN inició el 2014 con la economía siendo el tema más preocupante. Los resultados del 2003 habían sido deplorables, el PIB había crecido tan solo al 1.1 por ciento, en parte por el bajo crecimiento de la economía internacional, pero en mayor medida por los retrasos en la aplicación del presupuesto, en especial por la disminución en el ritmo de inversión pública. Las autoridades hacendarias pronosticaron un crecimiento económico para el 2014 de 3.9 por ciento, estimación que luego revisaron a la baja al 2.7 por ciento y más tarde la volvieron a reducir al 2.1 por ciento. Sin embargo, estimo que el crecimiento económico en el 2014 será inferior al 2 por ciento.

Cuatro hechos alimentaron la falta de confianza sobre la capacidad de la administración de EPN para manejar la economía: (a) el ahorcamiento fiscal a los contribuyentes cautivos, (b) el aumento en la deuda pública para financiar el boquete fiscal dejado por la caída en los precios del petróleo, (c) la continua depreciación del peso, y (d) la falta de transparencia en las asignaciones multimillonarias de contratos y concesiones a los mismos grupos que se vieron favorecidos por su gobierno en el Estado de México tales como OHL, Hermes, Grupo Higa, Alcántara y otros.

Sin embargo, desde hace tres meses el gobierno perdió la brújula económica, política y social del País.

El detonante fue la explosión de violencia extrema resultado de la gran omisión en la estrategia de seguridad del gobierno que prefirió enfatizar la forma y el discurso triunfalista sobre las acciones reales para combatir la inseguridad. El énfasis en la prevención, más que en el combate al delito, de esa política de seguridad de la administración de EPN le abrió la puerta al crimen organizado para penetrar más rápidamente los diferentes niveles de gobierno y las fuerzas políticas del País.

Este manejo político de la seguridad le explotó en la cara al gobierno federal en el 2014. Los hechos se encargaron de destacar lo erróneo e infantil de una estrategia de seguridad basada en criterios políticos. Ningún gobierno puede dormir con lobos y esperar que no lo muerdan.

La desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero a finales de septiembre del 2014 generó un gran malestar social y una reprobación generalizada hacia el Estado. Desde 1968 que no se veía en México una unión espontánea de la sociedad civil como la surgida ante la brutalidad de haber secuestrado, asesinado, quemado los cuerpos, triturado los huesos y arrojado los restos a un río de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, hecho que además desencadenó la aparición de innumerables fosas con restos humanos de personas desaparecidas anteriormente en la zona.

El gobierno de EPN leyó mal este suceso de barbarie inverosímil, no entendió su importancia. Primero, trató de evadir su responsabilidad declarando que el problema le correspondía a las autoridades estatales; luego, cuando ya no podía evadir más su responsabilidad, tardó diez días para intervenir y al poco tiempo, lo que resulta asombroso, el Presidente se ausentó del País para viajar a China.

La actitud frívola de esta administración es una de las manifestaciones del síndrome de la avestruz, que van desde la negación de los problemas, hasta la falta de decisiones oportunas y cruciales. Los principales errores que conforman éste síndrome son la negación de la realidad y creer que, ante una crisis, “los logros pasados aseguran un futuro sin consecuencias.”

Como era previsible, las protestas no se hicieron esperar. Los protestantes se manifestaron de manera cívica, pacífica y con gran impacto. Los hechos de violencia por grupos de anarquistas y maestros disidentes fueron aislados sin representar la mayoría bajo protesta. Sin embargo, la debilidad, cobardía e irresponsabilidad de las autoridades para proteger a los terceros afectados por el vandalismo, la violencia, los bloqueos de carreteras y aeropuertos, los destrozos a comercios y edificios públicos, los daños a piezas emblemáticas y monumentos históricos, la quema de vehículos oficiales y particulares, generaron aún más descontento contra el Estado.

El malestar de la sociedad civil no solamente se ha dirigido al Gobierno Federal, sino al Poder Judicial que ha permitido que los delincuentes y victimarios no fueran castigados, a los jueces que han evadido su responsabilidad de impartir justicia, a los juzgadores que han optado por el camino fácil de demandar pruebas de primer mundo a policías del tercer mundo a pesar de que en la mayoría de los casos la culpabilidad era obvia y manifiesta. Ante jueces corruptos, ineptos o timoratos ninguna prueba es suficiente cuando los culpables pueden hacer ruido. Los únicos culpables son aquellos que no se pueden defender.

La imagen de México en el exterior pocas veces se ha visto tan lastimada como en los últimos meses. Desgraciadamente, este acto de barbarie no ha sido el único, hay que recordar la masacre de los 72 centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas en agosto 2010, o la desaparición de 300 mexicanos en Allende, Coahuila en marzo 2011. Lo diferente en esta ocasión fue la indignación espontánea y generalizada de la sociedad civil y las protestas que inmediatamente se produjeron. Hay un sentir generalizado de los ciudadanos de “ya basta”, “ya no más”, “ya estamos hartos”, aparte de que en esta ocasión se trata de nuestros jóvenes estudiantes.

Tratando de ponerse al frente de esta espiral de descontento, EPN anunció un decálogo de medidas con las que pretendió tapar el sol con un dedo. El decálogo parece ser que se hizo al vapor a fin de dar la imagen de que el gobierno vuelve a retomar el control de la situación. El problema es que esto es muy poco y demasiado tarde.

Sin pretender tirar al niño con el agua sucia del baño, algunas de las medidas son positivas, tales como el establecimiento de tres zonas económicas para reducir la pobreza en Chiapas Guerrero y Oaxaca, la desaparición de las policías municipales y el mecanismo de intervención en los municipios penetrados por el crimen organizado. Otras medidas suenan como más de lo mismo y de relleno, tales como el establecimiento del sistema nacional anticorrupción, la agenda de reformas para mejorar la justicia cotidiana, crear la clave única de identidad, habilitar el 911 como el número telefónico de emergencia y denuncia, etc.

El decálogo de propuestas pretende dejar nuevamente la solución de los problemas en manos de aquellos que tienen parte de la culpa y otra parte que ocultar. El decálogo pretende reinventar la moral de los intereses para dejar de lado la obligación de los deberes.

¿Quién le va a creer a un gobierno que (a) liberó al hermano incómodo de un ex presidente con una misteriosa mega-fortuna la cual le fue devuelta con intereses; (b) liberó a una secuestradora reconocida por sus víctimas para mejorar las relaciones con un país europeo; (c) liberó a un reconocido narcotraficante, al cual se le giraron órdenes de aprensión al día siguiente; (d) no atiende la orden de aprehensión internacional contra un ex gobernador del Estado de México por la retención ilegal de los hijos que procreó con su ex esposa; (e) no explica claramente la millonaria “casa blanca” de la pareja presidencial en turno, etc.? Mientras no se aclaren tantos actos de corrupción e impunidad, como pueden pensar que la gente les va a creer sus propuestas.

La corrupción no consiste sólo en dar un par de monedas para agilizar un trámite burocrático, no, la corrupción es algo más que eso, es el soborno para obtener un contrato o concesión millonaria, es movilizar a las autoridades para utilizar el aparato del Estado para proteger a los propios y eliminar a los contrarios.

Un buen gobierno es aquel que tiene un buen desempeño. Los buenos gobiernos producen buenos resultados. Si algo nos dice la historia es que lo importante son las acciones y no las propuestas. En México ya tenemos muchas propuestas, propuestas que se han quedado en el papel, que nunca se han llevado a cabo. No obstante, seguimos con más de lo mismo. Nos quedamos en las formas sin poder llegar a las acciones. Lo que importa es que se cumplan y se apliquen las propuestas del pasado, y que se hagan respetar las instituciones y leyes del presente.

¿Cómo nos irá en el 2015?

El contexto político, económico y social para el 2015 será muy desafiante para la administración de EPN. Los retos y desafíos que afrontará son mayores a los que encararon los gobiernos de Fox y de Calderón. Para empezar, la violencia no solamente no se ha reducido, sino se ha extendido y profundizado. La economía sigue sin reaccionar y las medidas de crecimiento adoptadas por el gobierno no solamente se han quedado cortas, sino que han contribuido al pobre desempeño económico. Finalmente, las élites del poder económico han rechazado los profundos cambios impulsados por las reformas y han estancado los procesos reformatorios.

¿Qué se puede hacer?

Si Enrique Peña Nieto quiere corregir los errores de sus dos años de gobierno y enfrentar con éxito los desafíos que se le presentarán a partir del 2015 tendrá que ser creativo, novedoso y valiente, de lo contrario corre el riesgo de pasar a la historia como el peor presidente del México posrevolucionario.

Para empezar, tiene que cambiar a su gabinete. No puede esperar manejar al País con el mismo equipo cómodo de amigos con los que manejó el gobierno del Estado de México. EPN tiene que entender que ya no está tratando de ganar un concurso de popularidad, sino tratando de gobernar a un país. Su compromiso no es con sus amigos ni con aquellos que lo apoyaron política y financieramente para llevarlo al poder, sino con el pueblo de México.

A partir del 2015, EPN tiene que tratar de convertirse en un mejor líder, rodeándose de colaboradores capaces y asertivos que lo ayuden a encontrar las mejores y más efectivas soluciones a los problemas del País.

En segundo lugar, tiene que empezar a manejar de manera responsable las variables económicas. Por ejemplo, (a) no debe incurrir en más deuda pública para financiar el gasto corriente; (b) no debe aumentar el gasto mientras no aumenten los ingresos fiscales; (c) debe asignar el gasto y la inversión pública de una manera abierta y transparente; (d) los proyectos de inversión tienen que aprobarse mediante una previa evaluación de costo-beneficio; (e) los contratos y concesiones debe asignarse a través de licitaciones abiertas y competitivas, y (f) debe evitar totalmente el favoritismo en la asignación de contratos y concesiones. En otras palabras, EPN debe establecer la eficiencia en sus políticas económicas como principio fundamental y —de una vez por todas— terminar con la corrupción en el uso y manejo de los recursos públicos.

En tercer lugar, tiene que impulsar la aplicación de la ley, sobre todo a los grupos económicos poderosos. Esto incluye a los bancos y grupos financieros que se manejan con total impunidad, aumentando el costo del dinero y reduciendo el acceso al financiamiento competitivo, y a las empresas dominantes que impiden la competencia y la entrada de nuevos participantes, incrementando los precios y explotando impunemente a los consumidores.

Conclusión

El pobre, frívolo y controversial desempeño de la administración de Enrique Peña Nieto en sus dos primeros años de gobierno ha puesto en duda su intención manifiesta de promover una agenda por el bien de México.

Hace dos años el gobierno de EPN entendió el sentir de la población y su frustración por la inactividad para promover las reformas que se venían discutiendo desde hacía 25 años. Ahora parece no entender el sentimiento popular y demanda social por una mayor justicia, mayor seguridad, menor corrupción e impunidad. Existe una gran frustración por estas injusticias que aumentaron rápidamente en el siglo XXI y que siguen reduciendo el bienestar y lacerando la dignidad de los mexicanos.

La historia omite, pero no perdona: la falta de acciones contundentes, la incapacidad para reaccionar oportuna y eficazmente ante los desafíos y la ausencia de una agenda por el bien de México están haciendo que EPN corra el peligro de pasar a la historia, no como el presidente de la alternancia, ni el presidente contra la delincuencia, sino como el presidente más inepto de los gobiernos posrevolucionarios.

lunes, diciembre 01, 2014

El peso ante el súper dólar

Ante la disminución constante del peso mexicano contra el dólar estadounidense, varios amigos me han preguntado en donde va a quedar el tipo de cambio. El peso se encuentra en sus niveles más bajos desde el 2012. En los últimos seis meses (de finales de mayo a principios de diciembre del 2014) el peso se depreció 8.7 por ciento frente a la divisa norteamericana, vendiéndose el dólar por arriba de los $14 pesos. Esto ha generado preocupación no solamente entre los inversionistas, exportadores e importadores, sino entre la gente que se preocupa si va a tener que pagar más por sus bienes, si le va a salir más caro viajar al extranjero y si va a disminuir su ingreso.

¿Por qué se ha venido depreciando el peso?
Primero, probablemente la razón más importante es de índole externa y tiene que ver con el fortalecimiento del dólar americano. Esto parece ser un fenómeno global que afecta a la mayoría de las monedas. Por ejemplo, en lo que va del año el dólar acumuló una ganancia del 10 por ciento frente a las seis monedas principales de la economía mundial; el euro perdió 9.98 por ciento frente al dólar; el yen japonés, 8.58 por ciento; la libra esterlina, 4.4 por ciento; el peso chileno, 11 por ciento; el real brasileño 8.1 por ciento, y el peso colombiano, 7 por ciento. Segundo, otra causa es la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional. Precios más bajos del petróleo significan menores ingresos en divisas por la misma cantidad de exportación de crudo. Tercero, la desaceleración económica en Europa y Asia afecta negativamente las perspectivas de Estados Unidos. Ante el debilitamiento económico de nuestros principales socios comerciales, México exporta menos y gana menos divisas. Cuarto, la aversión al riesgo por parte de los inversionistas extranjeros, ante un panorama de bajo crecimiento en las principales economías del mundo, hace que no solamente disminuyan sus inversiones hacia las economías emergentes, sino que retiran su capital buscando activos financieros menos riesgosos en sus países de origen, en especial en Estados Unidos.

La gráfica a continuación ilustra la caída en el valor del peso. El 29 de mayo 2014 el tipo de cambio promedio se encontraba a 12.84 pesos por dólar subiendo a 13.958 pesos el 1ro de diciembre.

Las causas internas no son menos importantes, tales como la caída en la producción de Pemex que unida a la disminución en los precios internacionales del petróleo significan menos ingresos por las exportaciones de crudo. Una segunda razón interna, de importancia creciente, es la pérdida de confianza de los inversionistas y empresas en México. Las acciones del crimen organizado contra las empresas y personas no solamente suben los costos de transacción en la economía, sino que disminuyen las inversiones y los planes de expansión. La corrupción e impunidad de las autoridades le restan a las empresas e inversionistas certeza en sus periodos de planeación y perspectivas de ganancias. Por ejemplo, como puede una empresa gastar dinero en los estudios necesarios para participar en un concurso de infraestructura sabiendo de antemano de que el campo de juego no va a estar parejo. También los inversionistas y empresarios han perdido confianza en el futuro de México ante las constantes revisiones a la baja del crecimiento esperado del país.

¿De qué manera nos afecta la depreciación del peso?
Como es natural, no todos pierden con la devaluación del peso, hay algunos que ganan con un peso más débil. Los ganadores son aquellos que reciben remesas de sus familiares en el extranjero. Los exportadores también ganan al recibir más pesos por sus ventas externas. Finalmente, los inversionistas extranjeros se ven beneficiados al aumentar su capacidad de compra en México por sus inversiones en dólares.

Del otro lado de la moneda, los principales perdedores son aquellas empresas y personas que tienen obligaciones en dólares, puesto que sus compromisos en pesos aumentan. El efecto para los importadores es negativo, porque tienen que pagar más por sus compras en el extranjero. Los importadores nacionales están enfrentando un desafío doble al no poder trasladar el aumento en sus costos de importación al precio final de sus productos por la continua debilidad de la demanda interna.

¿Qué es lo que va a pasar con el valor del peso?
Es de esperarse que, en lo que resta del 2014, el peso mexicano registrará mucha volatilidad reduciéndose los periodos de planeación de las empresas. Sin embargo, aun cuando el movimiento descendente en el valor del peso se inició por causas externas, hay una tendencia a mediano plazo que afectará negativamente al peso de aquí al 2018. La principal causa que alimenta esta tendencia perversa es la percepción de los agentes económicos de una falta de gobernabilidad del Estado mexicano. Después de dos meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el presidente Enrique Peña Nieto anunció el 27 de noviembre diez medidas para fortalecer su enfoque contra la inseguridad, corrupción e impunidad, medidas necesarias aunque algo tardías. Tristemente, el elefante blanco de la mansión de las Lomas le resta credibilidad a las medidas propuestas.

Fortalecer la confianza de los inversionistas, empresarios, trabajadores y consumidores requiere de credibilidad en las acciones del gobierno y no habrá credibilidad hasta que no haya acciones contundentes en contra de la corrupción e impunidad.

Mientras no se revierta la inseguridad, corrupción e impunidad el valor de nuestra moneda se seguirá debilitando ante el dólar.

jueves, noviembre 13, 2014

México: Historia de una calle

“Casa de 7 millones de dólares”, “Los muertos en Ayotzinapa”, “Un Gobernador dueño de un Banco”, “Quema de la puerta Mariana del Palacio Nacional (patrimonio histórico)”, “Incendios y desmanes en Guerrero”... Ufff que noticias tan tristes. El momento de crisis social tan difícil por el cual estamos atravesando los mexicanos me ha hecho reflexionar sobre quiénes somos como pueblo y nación. El proceso de violencia generado por criminales, narco-funcionarios, maestros disidentes y grupos marginales, es manifestación de la descomposición moral que estamos viviendo por la corrupción e impunidad endémica. No hay nada nuevo, las crisis se han venido gestando desde hace mucho tiempo atrás. Lo preocupante es que nos lleguen todas de repente y sin esperanzas visibles de solución.

Creo que a todos nos resulta más fácil criticar a nuestros gobernantes y autoridades de la situación que criticarnos a nosotros mismos. Los problemas a nivel de país, estado, ciudad, municipio, delegación y de vecindario son tan parecidos que apuntan a una causa común: el origen del problema no son los gobernantes ni las autoridades sino nosotros, sí, nosotros mismos como la materia prima de esta Nación. A continuación me gustaría ilustrar mi argumento con la historia de la calle en donde vivo. ¿A ver qué piensan mis dos o tres estimados lectores?

Radico al sur de la Ciudad de México, en Jardines del Pedregal, una colonia de nivel medio alto en donde se pagan de los prediales más altos del país. Sin embargo, hay una carencia total de servicios por parte de su delegación. En varias ocasiones los vecinos hemos hablado con las autoridades en turno para que nos brinden vigilancia, arreglen las banquetas, pavimenten la calle, desazolven las coladeras, cambien las luminarias fundidas del alumbrado público, pero todo sin éxito. En más de 30 años la delegación no ha arreglado las banquetas, ni pavimentado la calle, ni arreglado el alumbrado público, no ha hecho nada de nada, excepto prometer.

Ante esto, los residentes de la calle formamos una asociación de vecinos, a la cual responsabilizamos para brindar los servicios que la delegación se suponía nos debería de suministrar. Cuando nos constituimos como asociación, el 90% de los residentes contribuíamos con los gastos de operación con cuotas mensuales.

Contratamos a una compañía privada de seguridad, instalamos dos plumas de acceso (brazos mecánicos) a la entrada y salida de la calle; afortunadamente, siendo una calle secundaria, no causó mayores trastornos viales al tránsito de terceros. Los robos a las casas de la calle disminuyeron drásticamente.

Debido al mal estado de las banquetas, la asociación contrató albañiles para que las arreglaran, sin embargo los trabajos se suspendieron al llegar varias patrullas de la delegación para apresar a los trabajadores. En otras palabras, la delegación no solamente no cumplía con sus obligaciones y responsabilidades, sino que además evitaba que nosotros hiciéramos su trabajo. Era claro, lo que buscaban las primeras patrullas eran gratificaciones para permitirnos continuar con nuestras reparaciones.

Vendedores de tamales y puestos de comida se empezaron a instalar en las banquetas en las mañanas y al mediodía para dar de comer a los trabajadores de las construcciones de la calle, generando problemas de basura y de paso vial. La asociación les pidió retirarse de la calle, pero al día siguiente llegó su líder con un equipo de mal encarados y con representantes de la delegación para decirnos que ellos tenían permiso para colocarse en la calle.

Los problemas con los malos vecinos empezaron casi inmediatamente después de la constitución de la asociación. La esposa de un ex líder sindical, propietaria de una de las casas más grandes y lujosas con seis vehículos, dejó de pagar con el argumento de que era viuda. El residente más adinerado de la calle, un ex funcionario del gobierno del Distrito Federal, puso una escuela para menores para que su esposa tuviera algo que hacer lo que creó un incómodo problema de tráfico a la entrada y salida de los estudiantes. Otros residentes empezaron a rentar sus casas a las cadenas televisivas para hacer telecomedias, ocasionando congestionamiento vial y ensuciando la calle con basura de los empleados de apoyo. Otras familias organizaron tumultuosas fiestas de paga donde se tocaba música a altos volúmenes hasta el amanecer y se les vendía bebidas alcohólicas a menores. Cuando la asociación les pidió que dejaran de hacer esto por los problemas y molestias que ocasionaban al resto de los vecinos, los residentes involucrados reaccionaron agresivamente e inclusive dejaron de contribuir a la asociación de vecinos.

Cuando la asociación trató de reducir los beneficios a aquellos residentes que no pagaban –pidiéndoles que ellos mismos levantaran la pluma cuando tenían que entrar o salir de la calle–, varios de los vecinos gorrones, en lugar de empezar a contribuir con sus cuotas, prefirieron darle gratificación a los policías de la delegación para que apresaran a nuestros guardias privados por supuestamente impedir el libre tránsito.

Una señora a quien se le pidió su identificación para entrar a la calle se molestó tanto que embistió con su coche al guardia enviándolo al hospital. El novio de una muchacha residente, al pedírsele su identificación se enojó a tal grado que se bajó a golpear al guardia. El hijo de uno de los residentes que no contribuía a la asociación, al solicitársele su identificación, se negó, aceleró y arremetió en contra de la pluma, destrozándola.

En una asamblea de vecinos me invitaron a participar en la mesa directiva. Como el presidente en turno de la asociación no entregaba informes financieros, los empecé a solicitar. Al cabo de varias solicitudes el presidente entregó unos informes sumamente condensados sin mayor detalle, pero encontramos que había estado cargando a la asociación sus gastos de gasolina durante los cinco años que había estado al frente de la asociación. Cuando le hicimos notar estos hechos, negó los cargos y contraatacó tratando de desprestigiarnos. En una álgida asamblea fue destituido y se nombró a una nueva mesa directiva. Los vecinos no le pidieron que devolviera el dinero para evitar un conflicto: prefirieron la impunidad al enfrentamiento. Ahora, dicho ex presidente de la asociación no cubre sus cuotas.

Actualmente, solamente el 55% de los residentes contribuyen a los gastos de la asociación.

Guardando toda proporción, los problemas de mi calle son los problemas de México. Lo único en común de ambos lugares somos nosotros, sí, nosotros los mexicanos.

La historia de mi calle es tan sólo un microcosmos de la vida de nuestro país, pero considero que refleja muy bien la calidad humana de muchos de nosotros, seamos gobernados o gobernantes. Mientras no seamos capaces de entender que el bien de mi vecino es mi propio bien; que mi abuso es el abuso de mi vecino; que mi mordida es la mordida en contra de mis derechos; que hacerme de la vista gorda ante la corrupción e impunidad de propios es la arbitrariedad en contra mía, nuestros problemas como nación y como pueblo continuarán.

Mientras no cambiemos, nada va a cambiar, todo va a seguir siendo igual o todo va a seguir empeorando. La diferencia entre lo que somos y lo que queremos ser, está en lo que hacemos.

sábado, noviembre 01, 2014

Endeudamiento acecha a México

México ha sufrido mucho en su historia por el endeudamiento excesivo. A partir de los 70 empezamos un periodo de bajos niveles de deuda y buenas perspectivas de crecimiento. Sin embargo, en los 80, el gobierno de López Portillo nos llevó a altísimos niveles de deuda superiores al 90% del PIB. Tardamos más de una década en superar la crisis del sobreendeudamiento externo hasta llegar nuevamente a niveles aceptables. Los gobiernos de Zedillo y Fox se manejaron con niveles prudentes de endeudamiento. Sin embargo, a partir del 2007, empezamos una vez más a transitar el camino tortuoso del sobreendeudamiento, y en el 2013 el endeudamiento se aceleró vertiginosamente. De seguir esta tendencia seguramente vamos a tener que enfrentar otra crisis de deuda externa en algunos cuantos años más.

A pesar de que la historia nos informa de los riesgos de tomar el camino del sobreendeudamiento, parece ser que nuestros gobernantes se empeñan en repetir los errores del pasado. La deuda bruta aumentó 40.3% del 2006 al 2013, en otras palabras pasó del 37.8% del PIB en el 2006 al 46.5% en el 2013.
Claro, hay que mencionar que una relación de deuda a PIB del 40% suena horrible, pero en realidad no es tan preocupante cuando se consideran los niveles de otros países. El problema no es el pedir prestado, sino como se usan los ingresos del préstamo. Endeudarse es parte de la vida económica normal de los individuos y las naciones. Pero, si pedimos prestado para financiar nuestro consumo, el día de mañana no tendremos ingresos suficientes para mantener ese nivel de consumo y cubrir el costo de la deuda pasada. Asimismo, cuando los países piden prestado para financiar sus gastos corrientes, el día de mañana se acercarán a una crisis de no pago. Eso es lo que nos está sucediendo hoy en día. En los proyectos de ingresos fiscales y en el presupuesto del gasto para el 2015 se nota una reducción relativa de la inversión productiva y un aumento en el gasto destinado a la operación del gobierno.
El otro problema que estamos viendo es la rapidez en que está creciendo el endeudamiento externo. En el 2013 creció 14.2% y la tendencia es que siga creciendo a tasas muy superiores a las del crecimiento económico y de los ingresos fiscales.
La economía mexicana no ha crecido más del 2% al año mientras que el adeudo del gobierno federal aumentó 21% en lo que va de la presente administración. Se están agregando 1,430 millones de pesos al día al saldo del endeudamiento desde que inició el gobierno de EPN. Ese monto equivale al presupuesto anual de la Comisión Nacional de Derechos Humanos o la mitad de lo que requiere la Oficina de la Presidencia.
El incremento en la deuda de esta administración es de más del doble al registrado en el mismo periodo de 21 meses al inicio del gobierno de Felipe Calderón. Al cierre del 2012 la deuda del gobierno representó 37.8% del PIB, aumentando al 48. 1% al cierre del segundo trimestre de 2014.
Estos aumentos se explican por la pretensión del gobierno de cubrir el boquete fiscal causado por la caída en los precios del petróleo con más deuda. Claro, es más fácil pedir prestado que reducir el gasto corriente. Al fin de cuentas son las generaciones futuras las que van a tener que pagar la deuda. La dificultad está en que cubrir los faltantes fiscales con más deuda es peligroso, no es más que una bomba de tiempo que pone en peligro la estabilidad macroeconómica del país. Endeudarse para financiar el gasto corriente es un riesgo gravísimo para las finanzas públicas y las perspectivas de crecimiento.
Financiar el consumo con préstamos se basa en una expectativa positiva del mañana: “mañana ganaré más y pagaré mis deudas.” El problema es que muchas de esas expectativas optimistas generalmente no suceden. Hoy en día estamos viviendo momentos de altas expectativas pero de pobres resultados, hecho que debe sugerirle a nuestros gobernantes que las expectativas de un futuro mejor a la mejor no se realizarán.
El mundo está atravesando una realidad de precios débiles del petróleo y de cambios en la filosofía de la Reserva Federal de Estados Unidos. Estos factores pueden llevarnos a menores ingresos por las exportaciones de petróleo, y al encarecimiento del costo del dinero. El único camino razonable de política pública es apretarse los cinturones, reduciendo los gastos corrientes y evitando caer en la tentación de seguir cubriendo los faltantes fiscales con mayor endeudamiento.
Es peligroso pensar que para evitar el sacrificio del presente hay que empeñar el bienestar del mañana.

viernes, octubre 31, 2014

Robos a jefes de familia al amparo del GDF

Si alguien me hubiera contado lo que nos está pasando seguramente hubiera dicho que eso era imposible, que era un cuento kafkiano.  Sin embargo, lo que nos está sucediendo a mi esposa y a mí escapa al sentido común y a la razón, pero es otro ejemplo más de la ineptitud y corrupción de las autoridades del Distrito Federal.
Mi esposa es extranjera y acostumbrada al estilo directo, sin rodeos, de los países europeos. Ocurrió que contrató a una persona que vino a ofrecer sus servicios de jardinero, diciendo que su nombre era Fernando. Mi esposa y yo asumimos que una persona que viene una vez a la semana a barrer, cortar el pasto y limpiar las coladeras es un trabajo de entrada por salida. Mi esposa, siempre afecta a ayudar, le regaló una estufa y un calentador que ya no usábamos. En diciembre de 2013 le dio un mes y medio de compensación sin que Fernando lo pidiera. En otras palabras, mi esposa siempre trató bien a esta persona.
Fernando tenía que limpiar el pasto y hojas de las coladeras  en la época de lluvias para evitar que se inundara la casa. A pesar de que le insistíamos que limpiara las coladeras, sufrimos tres inundaciones y después de la cuarta inundación, mi esposa decidió contratar a otro jardinero. Ella pensó que el sistema en México era parecido al de los países europeos y al de Estados Unidos en donde vivimos hasta el 2000. En esos países se contratan los servicios de un jardinero o de un estudiante del vecindario para que venga una vez a la semana, se le paga y cuando ya no se le necesita se le habla por teléfono y asunto acabado. Sin embargo, aquí en nuestra Ciudad de México eso no resultó así con Fernando, el mal trabajador que venía una vez a la semana.  Cuando se le informó que ya no requeríamos de sus servicios maliciosamente presentó una queja en contra mía ante la Procuraduría de la Defensa del Trabajo, a pesar que yo no fui quien lo contrato, que no era su patrón, ni quien le pagaba. La presentó en contra mía porque desconocía el nombre de mi señora.
En la queja ya no aparece el nombre de Fernando sino otro nombre. Cuando destacamos esta inconsistencia en la supuesta plática conciliatoria, el quejoso dijo que le había explicado a mi señora que se llamaba Gregorio y que ella había exclamado “Ah, como el Papa”. Explicamos al representante de la Procuraduría que mi esposa es protestante, no católica y que no tiene ni la más leve ni remota idea de los nombres de los Papas.
El quejoso, ahora de nombre Gregorio, dijo que empezó a trabajar en nuestra casa desde 1995. Nosotros explicamos que en ese año nos encontrábamos trabajando y viviendo fuera del país, que regresamos a vivir a México en el año 2000. Asimismo, el susodicho reportó que le pagábamos $475 al día. Respondimos que nunca le habíamos pagado arriba de los $400. También dijo que había trabajado en nuestra casa ininterrumpidamente por más de 10 años cuando apenas llevaba trabajando con nosotros un año y medio, y en ese periodo estuvimos fuera del D.F. cerca de tres meses en los que no prestó sus servicios.
A pesar de nuestros argumentos, la Procuradora le creyó todos sus argumentos al pseudo jardinero y descartó olímpicamente nuestras pruebas y declaraciones  sin explicar por qué. Nos informó que había relación laboral y de subordinación, insistiendo que teníamos que compensar al trabajador por una cantidad superior a los $12,000, a lo cual obviamente nos negamos. Como resultado, ahora el mal jardinero Gregorio nos está demandando con la asistencia legal gratuita de las autoridades capitalinas.
Todo esto nos hace pensar que estos burócratas del gobierno del D.F. buscan justificar su trabajo, haciendo gala de arrogancia e ineptitud. ¿Cómo es posible que le crean al que acusa y no al acusado a pesar de existir pruebas contundentes? Tengo 50 años de trabajar y hacer el bien. Ahora, por decisiones unilaterales e injustas, tengo que perder mi dinero y el tiempo, que podría dedicar a mi familia, mis escritos y conferencias, para probar mi inocencia ante las acusaciones de un pillo apoyado por las autoridades del gobierno del D.F.

¿En qué clase de país vivimos en donde la autoridad acepta la mentira, defiende al ladrón y va en contra de la víctima? Es cierto, estamos viviendo un sueño kafkiano.

domingo, octubre 12, 2014

El Mañana del Futuro o Cómo Empeorar el Conflicto Estudiantil

Un compañero de tiempos pasados en el Colegio Williams me comentaba filosoficamente, ante los recientes incidentes con los estudiantes normalistas y los del politécnico, que “el mañana del futuro es el ayer del presente,” y hasta ahora estoy entendiendo lo que me quería decir… así soy yo, lento pero seguro.

El mundo está experimentando grandes transformaciones y nuevos desafíos, y solamente aquellos países con poblaciones educadas podrán responder a tales retos. Algunas de las lecciones de una población educada son: (1) para diseñar el presente hay que entenderlo, (2) para entender el presente hay que tener un idea de cómo será el mañana, (3) para entender el mañana hay que conocer el pasado, y (4) para conocer el pasado, entender el presente y anticipar el futuro hay que estudiar. México requiere por lo tanto impulsar un modelo educativo que genere la innovación, la productividad, el debate intelectual, el respeto a las instituciones democráticas y todo con una visión a largo plazo.

El problema es que en México estamos haciendo todo lo contrario para preparar correctamente a nuestra juventud. Los recientes dos conflictos estudiantiles sirven para ilustrar nuestros errores como estado, pueblo y nación.

Por un lado está el ataque y secuestro de los normalistas en Guerrero, hecho perpetrado por la policía municipal en contubernio con el crimen organizado. Esto corresponde, simple y llanamente, a un Crimen de Estado. Aparte, la demora en la respuesta de los gobiernos estatal y federal para iniciar la investigación y castigar a los culpables, apunta a una ausencia de poder y confirma la impunidad como parte de la praxis pública del estado mexicano.

Por el otro lado están los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional que se manifestaron en contra del reglamento interno de la institución, formulando un pliego petitorio de diez puntos. Cada punto del pliego se requería examinar, debatir y negociar en un ambiente académico e institucional para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, Osorio Chong, secretario de gobernación (no el de la cartera  responsable, el de educación), a fin de desmovilizar lo antes posible la protesta estudiantil y evitar una marcha violenta del 2 de octubre, salio a la calle y sin análisis, ni negociación previa, le dijo “Sí” a los diez puntos, manifestando el temor del gobierno ante este tipo de movimientos y enviando un mensaje perverso a futuros pseudo-líderes de que “el chantaje político si se puede”.

Claro, ahora los estudiantes crecidos por la claudicación incondicional del gobierno han mantenido su paro indefinido (a pesar de que se les concedió todo lo que querían) y los líderes de los profesores de IPN ya están preparando su propio pliego petitorio. El gobierno al rendirse sin debatir, sin argumentos y sin negociación, generó lo que precisamente quería evitar: la continuación y extensión del conflicto. El riesgo es que ahora ambos movimientos—el de los estudiantes normalistas y el de los del politécnico—se junten y otros estudiantes de otras instituciones se unan al movimiento, generando más incertidumbre, inestabilidad e ingobernabilidad. ¿Qué credibilidad puede tener un gobierno que no gobierna, un gobierno que sucumbe ante el chantaje político, un gobierno que ignora su propia historia?

Ante este panorama, las preguntas obligadas son: ¿a dónde va nuestra juventud? Y, ¿Estamos preparando bien a los mexicanos del mañana?

El futurólogo americano Albin Toffler habla de tres grandes olas que han conformado a la sociedad humana. La primera abarca desde ocho mil años antes de Cristo hasta 1650, correspondiendo a la consolidación de la sociedad agrícola. La segunda ola va de 1650 a 1950, refiriéndose a la creación y establecimiento de la sociedad industrial moderna. La tercera ola, donde nos encontramos por el momento, corresponde a la era del conocimiento, la consolidación de la sociedad post moderna y post industrial. En cada ola el ritmo de crecimiento y generación de nuevos conocimientos se ha acelerado.

Hoy en día vivimos la nueva economía, aquella asociada a las innovaciones y a los rápidos cambios tecnológicos. Desde 1950 a la fecha hemos experimentando cambios en la manera como aprendemos, trabajamos, comerciamos y comunicamos. Hemos experimentado dos magnas transformaciones en los sectores de computación y telecomunicaciones, y probablemente muy pronto venga otra gran transformación tecnológica en el sector energético.

Seis tendencias están conformando la dirección de esta tercera ola. Primero, la aceleración del proceso de destrucción creativa en donde las grandes industrias tradicionales están siendo reemplazadas por industrias móviles más pequeñas con mayor contenido de conocimiento. Segundo, los bienes y productos estandarizados para los grandes mercados están siendo sustituidos por bienes y productos hechos a la medida y gusto de los consumidores. Tercero, el trabajo asalariado está siendo reemplazado por el trabajo especializado, descentralizado y no-subordinado. Cuarto, los activos monetarios tradicionales están gradualmente siendo reemplazados por sus equivalentes digitales. Quinto, los estados-nación gradualmente se debilitan ante el fortalecimiento creciente de las redes y comunidades globales. Sexto, la privacidad individual gradualmente desaparece por las decisiones voluntarias y autónomas de los propios individuos.

Estamos viviendo tiempos de grandes transformaciones, de un cambio acelerado, en donde el que no cambia con el cambio se queda atrás. La incertidumbre que los estudiantes sienten, ante una la realidad cada vez más opuesta a sus creencias y valores, los conduce a la inseguridad y los impulsa a buscar maneras y compromisos fáciles para asegurar la seguridad económica futura.

¿Qué desafíos nos plantean estas tendencias y circunstancias? Antes de poder responder a dicha interrogante, hay que aceptar que el contexto global va a ser cada vez más dinámico y complejo, requiriendo gente cada vez más preparada para comprender y adecuarse a los cambios, y así poder aprovechar las oportunidades que traerán dichas transformaciones. Aquellos países que no dispongan de una población educada estarán condenados a observar desde atrás del tren el progreso de los otros países, o simplemente que se les vaya el tren. Es, por lo tanto, imprescindible preparar a nuestros jóvenes con una educación de calidad y con un gran ingrediente de flexibilidad.

El problema es que México está haciendo todo lo contrario para lograr una educación de calidad, seguimos permitiendo que: (1) nuestro sistema educativo esté secuestrado por pseudo mafias políticas, magisteriales y estudiantiles; (2) no opere el modelo educativo que enseña a cuestionar con ideas y el debate intelectual aquello con lo que diferimos; (3) se favorezca el modelo de chantaje, descalificaciones, violencia y corporativismo, y (4) se enseñe a nuestros jóvenes mediante el mal ejemplo que la presión a las autoridades y semejantes es el camino adecuado para negociar en beneficio propio el bien público más preciado de México, la educación.

Dentro de las funciones del Estado está la de adecuar sus instituciones al contexto social y económico para lograr el crecimiento sustentable. Las instituciones no deben constituirse en obstáculos al cambio, sino que tienen que ser flexibles para responder en la misma dirección del cambio global. Las instituciones tienen que facilitar el aprovechamiento de las oportunidades que todo cambio genera. La responsabilidad de un Estado no es ganar un concurso de popularidad, sino el de mejorar el bienestar de sus pobladores, por lo que no debe ceder ante las presiones de corto plazo de los grupos de descontentos, pues siempre habrán insatisfechos y gente que tratará de manipular el sistema para lograr su beneficio a costa del de los demás.

Los problemas nacionales se encuentran de una u otra forma asociados a una deficiente educación y a un Estado carente de visión y autoridad. Los gobiernos democráticos no pueden ni deben sacrificar el objetivo de una educación de calidad ante el pretexto de mantener el orden y la paz pública. Los dos sucesos que estamos viviendo del crimen de Estado contra los estudiantes normalistas de Guerrero y la ausencia de autoridad ante el movimiento estudiantil del politécnico son dos eslabones más que se suman a la cadera de ineptitud, corrupción, impunidad y violencia que vive nuestro país.

Los cambios y tendencias en el escenario global seguirán trayendo retos, creando problemas y generando oportunidades. Al menos de que el Estado responda de manera valiente, inteligente y congruente a tales cambios y tendencias, México corre el riesgo de quedarse al margen de la tercera ola. En otras palabras, nos acecha el peligro de que el mañana de nuestro futuro sea el ayer del presente.

miércoles, agosto 27, 2014

Los BRICS: Edificio Solido o Casa de Papel

El político francés y miembro de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial Georges Bidault decía “Los débiles tienen un arma: los errores de los que se creen fuertes.” La alianza político-económica de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, denominada BRICS por las iniciales de cada país miembro, se considera una posible alternativa a los poderosos organismos internacionales controlados por Estados Unidos y sus principales aliados.

En una de las reuniones del G-20 se recomendó cambiar la dirección y administración de los organismos internacionales, tales como (1) permitir igualdad de voto independientemente de las aportaciones de los países miembros a esas instituciones y (2) nombrar a los directores de dichas instituciones con base en los méritos de los candidatos, más que de acuerdo a las nacionalidades, las que generalmente corresponden al de las principales naciones contribuidoras. Sin embargo, en la práctica Estados Unidos ha renegado de su compromiso y se ha opuesto a que se lleven a cabo dichos acuerdos, evitando una mayor democratización del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Estos abusos le abrieron la puerta a los BRICS para proponer nuevos enfoques de colaboración e instituciones alternativas a esos organismos internacionales.

Probablemente todos nos planteamos varias preguntas acerca de este grupo de países tan diferentes e iguales a la vez. Por ejemplo, ¿Cuál fue el propósito de crear la alianza de los BRICS? ¿Qué tan importante son los BRICS en el contexto internacional? ¿Tiene o no futuro éste grupo? ¿Debería México buscar una membresía en los BRICS?

La creación del grupo BRICS se debió en buena medida a la necesidad de Rusia y China de reafirmar su liderazgo en el contexto internacional, liderazgo que requería el apoyo y la unión de otros países. Esta alianza se constituyó a principios del siglo XXI para servir de contrapeso a la influencia de Estados Unidos y sus principales aliados, el denominado Eje Occidental de Washington, Nueva York, Londres y Bruselas. La unión de los BRICS fue para crear una alternativa al statu quo, otra opción al llamado “Consenso de Washington". La alianza surgió como un grupo de presión que en su momento se consideró un sueño guajiro con pocas probabilidades de éxito por las rivalidades y diferencias entre sus miembros, pero que sin embargo se ha venido fortaleciendo al punto de que en la última reunión anual en Fortaleza, Brasil del 15 al 16 de julio 2014 se propuso crear dos organismos para fomentar el desarrollo económico y asegurar la estabilidad financiera internacional.

Nadie duda de la importancia que tienen los BRICS en el contexto mundial, contribuyendo con más del 20% del producto interno bruto global y con más del 40% de la población mundial. También se acepta que se requiere más inversión en los países subdesarrollados, reconociendo que las instituciones financieras internacionales no se dan abasto, contribuyendo con menos del 4% de las necesidades de capital. China dispone de las mayores reservas internacionales, más de 3 billones de dólares, las cuales pueden ser más útiles y rentables prestando para el desarrollo y la estabilidad financiera que invirtiendo en los Certificados de Tesorería de los Estados Unidos. De tal manera, existe el espacio internacional para lograr la consolidación y el buen funcionamiento del grupo BRICS.

No obstante, hay que reconocer las profundas diferencias entre los países miembros. Probablemente la “C” cuenta más que las otras letras del grupo. China es la segunda economía más grande del mundo mientras que la de Sudáfrica es mucho más pequeña, siendo la 33ª de 123 países en el mundo. Brasil, India y Sudáfrica son básicamente países democráticos, mientras que China y Rusia son autocráticos. Las diferencias políticas se han manifestado en posiciones diferentes en relación a Siria, Ucrania y Gaza. Tales contrastes también se han exhibido en los esfuerzos para democratizar a las instituciones internacionales. Mientras que Brasil, india y Sudáfrica presionan para una mayor apertura en la gobernabilidad y toma de decisiones en dichas instituciones, China y Rusia abogan por el statu quo que tanto les favoreció durante las últimas décadas.

Hasta el momento los logros de los BRICS han sido mínimos. Sus reuniones anuales han sido más políticas que económicas, sirviendo más para criticar los enfoques convencionales de los organismos internacionales y las políticas del llamado Consenso de Washington, que para proponer nuevas y mejor fundamentadas alternativas. Ha habido algunas propuestas interesantes que no han progresado, tal y como la de crear una agencia calificadora de riesgo como alternativa a las existentes de Standard & Poor's, Moody's y Fitch de origen estadounidense que tanto daño le han causado a los países emergentes.

Sin embargo, si se lleva a cabo la propuesta de crear el Banco BRICS de Desarrollo y un Organismo de Contingencias de Reservas —cada uno con un capital esperado de 100 mil millones de dólares— se aumentarán los niveles de inversión en infraestructura, educación y otros proyectos de desarrollo en los propios BRICS y otros países emergentes. Estas instituciones servirán de contrapeso al Banco Mundial y el FMI, estimulando cambios democráticos en la gobernabilidad y una mayor eficacia en la operación de estos organismos.

El futuro para esta alianza es incierto. Bajo el modelo actual, las perspectivas de crecimiento y consolidación del grupo BRICS no son alentadoras. El modelo requiere ampliar su base y ser más incluyente de otros países con economías medias, tales como Egipto y Argentina. Claro, existe el peligro de que las rivalidades políticas e intereses opuestos entre los miembros del BRICS terminen con la alianza. Pero si consideramos la historia de los organismos internacionales actuales que han sobrevivido las rivalidades y agendas opuestas entre Estados Unidos y sus aliados franceses y alemanes, el grupo BRICS tiene buenas posibilidades de sobrevivencia. Aparte, su constitución y funcionamiento van a servir para presionar a que se democraticen los organismos internacionales, actualizándose en línea con un mundo crecientemente multipolar.

En cuanto a si México debería buscar su membresía en el grupo de los BRICS, la respuesta es probablemente no. Queramos o no, México es parte de la economía norteamericana (Canadá, Estados Unidos y México).El desempeño económico de los tres países ya no es de suma cero, donde unos ganan y otros pierden. Ahora o nos va bien a los tres, o les va mal a todos. México tiene que cambiar en la misma dirección de sus principales socios comerciales. Nuestras tres economías han crecido de manera complementaria y requerimos fortalecer dichos vínculos.

El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se crearon al término de la Segunda Guerra Mundial en un mundo muy diferente al actual. Es normal que dichas instituciones, a pesar de sus varias adecuaciones, requieran una gran reforma para poder responder mejor a los desafíos y necesidades del mundo multipolar actual.

Tal y como la creación de los bancos de desarrollo regionales como el Interamericano, el Asiático y el Europeo ayudaron a aumentar el financiamiento al desarrollo complementando los recursos del Banco Mundial, los organismos financieros propuestos por los BRICS no solamente contribuirán a elevar los fondos de inversión en los países emergentes, sino también estimularán las reformas que harán que estos viejos organismos sean más democráticos y efectivos.

Si bien la rivalidad política y económica en el contexto internacional continuará, el resultado de la competencia entre las naciones preponderantes y potenciales impactará de manera importante el desarrollo económico de los países emergentes.

Los BRICS están en proceso de mudarse de una casa de papel a un edificio cada vez más sólido.

lunes, agosto 18, 2014

Perspectivas Estructurales del Crecimiento en México

Aristóteles consideraba que el ser humano es un ser social por naturaleza y yo agregaría que una de sus principales manifestaciones es el quehacer político. Aun cuando muchos de nosotros no practiquemos la política, el ser político está escrito en nuestro código genético. De tal manera, las principales limitantes al crecimiento acelerado de México no se deben al mal ejercicio de la política en sí, sino a la baja calidad de quienes ejercen la política. México muy bien podría crecer a tasas superiores al 7%, pero no puede hacerlo por dos problemas fundamentales: las estructuras mentales de los mexicanos y un marco legal inadecuado.

Los seres humanos tenemos tres condicionantes: comer, reproducirnos, y sobrevivir. Para sobrevivir tenemos dos opciones pelear o huir. Comer y reproducirse son actividades que el ser humano puede diferir sin mayores consecuencias, claro al menos de que no sean periodos muy largos. Sin embargo, sobrevivir, evitar ser comido, es algo fundamental, solamente nos podemos equivocar una sola vez. Es por ello que nuestras mentes están programadas a darle prioridad a sobrevivir. Por extensión, los seres humanos le damos más importancia a las malas noticias que a las buenas. De tal manera, al escuchar sobre una crisis o una amenaza, tenemos la opción de enfrentarnos a ellas o huir.

Los expertos nos dicen que el ser humano tiene en promedio 60,000 pensamientos al día, claro no todos ellos originales, la mayoría son repeticiones de lo mismo. El punto relevante es que más de la mitad de estos pensamientos son negativos y las personas más negativas son generalmente las más conservadoras, aquellas que ven una amenaza en cada cambio, las que ven conspiraciones en cada propuesta. En promedio, los habitantes de los países desarrollados tienen más pensamientos positivos que los pobladores de los países subdesarrollados. Las poblaciones de los países avanzados generalmente son más amenas a aceptar el cambio, que los pobladores de las naciones subdesarrolladas.

Los tiempos de planeación son más cortos para aquellos que sospechan de todo y se sienten amenazados por el cambio, mientras que los tiempos de planeación para aquellos con pensamientos más positivos son más largos porque creen que los riesgos y peligros están bajo control. Un Estado con una mayoría de población con pensamientos negativos es un Estado que reacciona a las crisis y no un Estado que planea como evitarlas.

Los economistas en la década de los sesentas y setentas hablaban de que problema del subdesarrollo se debía en gran parte a las estructuras mentales. En otras palabras al sistema de creencias, valores morales, éticos y culturales de los pobladores de una nación. Hoy en día se habla de “disonancias cognitivas”, que es lo mismo pero que suena más sexy. El concepto se refiere a que es difícil cambiar las creencias de un pueblo subdesarrollado, por estar estas fincadas en una educación de baja calidad. Cuando las creencias son descalificadas por la realidad la primera reacción es cambiar de actitud ante esa realidad, descalificando a la propia realidad y a aquellos que aceptan dicha realidad.

Las disonancias cognitivas impiden al individuo ajustar sus creencias ante una realidad cambiante, llevándolo a afirmar sus creencias anteriores sospechando de aquellos que proponen ajustes para estar en línea con los hechos reales. Cualquier propuesta de cambio en las estructuras institucionales o legales que modifica los valores y principios aceptados en el pasado, se ven con sospecha. Los políticos conservadores, aquellos con predominancia de pensamientos negativos, en lugar de evaluar los méritos de las propuestas, prefieren acusar a los proponentes del cambio de intereses ocultos. El problema es que mientras no cambien las creencias, difícilmente se pueden promover buenas políticas públicas que mejoren las perspectivas de un crecimiento acelerado.

A partir de la revolución mexicana, se nos ha hecho pensar que son los intereses de los extranjeros y poderosos los que nos mantienen en la pobreza, que aquel que cuestionan al gobierno está criticando los valores patrios. Más de la mitad de los mexicanos creen en el populismo, es por ello que siguen ganando los políticos demagogos e ignorantes, aquellos que gritan “ahí viene el lobo” cada vez que se propone un cambio, por positivo que este sea. De qué otra manera podemos explicarnos el hecho de que el candidato a la alcaldía municipal de San Blas en Nayarit manifestó, haciendo gala de franqueza, que había robado, pero poquito, y a pesar de que los votantes ya sabían que el candidato era ladrón, aun así votaron por él, ganando las elecciones.

Nuestros políticos nos han infundado el temor al cambio porque se nos han hecho pensar que somos víctimas a la espera de un depredador. Se nos ha hecho pensar que la revolución mexicana es México, que la revolución es sinónimo de nuestra patria. De tal manera, Pemex como representa a la revolución mexicana y como la revolución mexicana es México, se le ha impedido aumentar su eficiencia porque eso significaría cambiar, lo que conllevaría el riesgo de acabar con la revolución mexicana. Asimismo, los sindicatos representan a los obreros y los obreros son México. Tradicionalmente le importa más a los gobernantes un sindicato de maestros contento que una población estudiantil bien educada.

Si lo que en realidad se busca es mejorar el bienestar de los mexicanos, el sector energético se debe abrir a la competencia y participación privada. Las empresas privadas en el sector de hidrocarburos en el mundo le pagan en promedio a los gobiernos el 72% de la de la renta petrolera y con el 28% restantes estas empresas tienen más que suficiente para convertirse en grandes empresas con tecnologías de punta. Aquí en México Pemex le venía pagando al gobierno 65% y con el 35% restante estaba técnicamente en bancarrota y con tecnologías obsoletas.

En cuanto al marco legal, las leyes en México se hicieron bajo un régimen autocrático. Desde la revolución mexicana hasta 1995 lo único que valía era la palabra del señor Presidente. Durante este periodo las leyes se formularon para que sonaran bonito, no para que se cumplieran. Las leyes se hicieron pensando que jamás se iban a aplicar. Y como no había evaluación de los resultados por la aplicación de las leyes, estas nunca se adecuaron a la realidad. Las leyes no siguieron un proceso de actualización, de compatibilización ante una realidad cambiante. El conjunto de leyes con las que empezamos el siglo XXI sirve de poco y se ha convertido en un obstáculo al desarrollo.

La apertura democrática que hemos vivido a partir de 1995 depende de la aplicación de las leyes y de un poder legislativo independiente. Así por ejemplo, el poder legislativo le negó un viaje al extranjero a Ernesto Zedillo, lo cual nunca antes se había visto durante los gobiernos priístas. La Suprema Corte de Justicia le dijo no a Vicente Fox a la expropiación de los terrenos de Texcoco. A Manuel López obrador también la Suprema Corte de Justicia le negó la expropiación de los terrenos para construir un camino, claro cuando López obrador se negó a obedecer, la Corte lo desaforó.

Hoy en día, nuestro marco legal se utiliza para impedir las buenas medidas de política económica. En telecomunicaciones si algo no le gusta a las cableras de Televisa, se amparan. Si algo no le gusta a Telmex o a Telcel, se amparan. Cuando el organismo regulador dice que debe haber competencia, los agentes preponderantes usan la ley para evitarla. De tal manera, amparo, amparo, amparo…

Heredamos un sistema legal e institucional confuso hecho para validar a un sistema autocrático, sistema que ya sido rebasado por la realidad. Tenemos un marco legal diseñado para repartir la riqueza, no para crearla; un sistema para perpetuar una dictadura de partido no para abrir el campo de juego al ejercicio democrático. Eso explica por qué se impiden las candidaturas independientes y la remoción de los representantes plurinominales.

Las buenas intenciones y propuestas se empantanan al amparo de las leyes e instituciones existentes, y es difícil cambiar a las leyes por estar sustentadas en creencias y sospechas de que el lobo está al acecho. Contra las creencias no hay evidencia que pueda convencer, sobre todo si la mayoría de las personas y políticos son conservadores con predominancia de pensamientos negativos.

Vale la pena recordar la frase de ese gran economista inglés John Maynard Keynes que decía que “…lo que detiene el desarrollo económico no son los intereses, sino las ideas de los economistas muertos”.

El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.