miércoles, agosto 31, 2016

Peña Nieto - Trump: El triunfo del cordero sobre el lobo... hay si, cómo no.

Hoy miércoles 31 de agosto de 2016 me levanté con la sorprendente noticia de que el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, va a tener una junta privada con uno de los políticos que más han atacado e insultado a México y a su gente en los últimos años. Qué pena que Peña sea tan inculto que por ignorancia repita los grandes errores del pasado de los timoratos y cobardes que pensaron que podían dialogar y apaciguar a un Atila frente a Roma: como dice el historiador Krauze, “a los tiranos se les enfrenta con dignidad y valentía.” No hay que olvidar al primer ministro británico Chamberlain quien en 1938 trato de apaciguar las ambiciones de Hitler a costa de entregarle parte de Checoeslovaquia con la promesa, eso sí, de que ya no amenazaría a más países. ¡Y se lo creyeron!

Si algo hubiera podido aprender de la historia un individuo que llegó a la presidencia por su carisma, presencia y artimañas, no por logros y preparación, es que el diálogo nunca ha beneficiado a los débiles, sino a los déspotas. El diálogo respetuoso es una opción razonable cuando se trata de gente razonable, pero es algo muy peligroso cuando se trata de tiranos malintencionados. La historia ha juzgado la reunión de apaciguamiento de Chamberlain con Hitler en uno de los errores más caros de la historia. En efecto, a los injustos se les da la cara y se les pone el alto con firmeza y sin titubeos.


No sé si Enrique Peña Nieto por estupidez, ignorancia o cobardía se presta al juego de Trump que viene a México, antes de dar su discurso sobre migración en Arizona, buscando el apoyo de los americanos de origen mexicano y el repunte en las encuestas. Trump tiene mucho que ganar al aceptar la invitación de Peña Nieto, pero que tiene Peña de ganar, excepto un mayor descontento popular. El billonario americano se ha chamaqueado al presidente mexicano.

Qué vergüenza, que el presidente, en lugar de defender a los que lo llevaron al poder para cuidar y avanzar sus intereses, se meta a un cuarto privado con la persona que más los ataca e insulta, disque a dialogar, pero por favor, ¿qué puede lograr el cordero de Peña Nieto en lo obscurito contra el lobo demagógico, populista, prepotente y racista de Trump? 


Caray, quien no puede entender que, amen de lo que se discuta, la agenda que cada quien traiga a la mesa no es lo relevante, lo trascendental es la propia reunion, que se junten, para que así Trump pueda vender la imagen de que es conciliador y capaz de negociar con lideres de otras naciones, inclusive con el presidente del país mas odiado por el.

Dadas las inoportunas y torpes invitaciones de Peña Nieto a ambos candidatos a la Casa Blanca de visitar México, lo mejor hubiera sido cancelar la aceptación de Trump de visitarnos en éste día arguyendo compromisos previos… Y si no tiene los pantalones para hacerlo y la reunión se tiene que llevar a cabo, la debe de hacer de manera pública y transparente… lo primero que tiene que hacer como líder de México es pedirle a Trump que se disculpe ante los mexicanos por todo lo que les ha dicho en su contra.

No solamente Enrique Peña Nieto atenta contra los mexicanos al aceptar una reunión privada, sino que se hace de un enemigo gratuito, la candidata presidencial defensora y respetuosa de México Hillary Clinton, al ayudar consciente o inconscientemente en su lucha política a su rival Donald Trump…

Ay, pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de Peña Nieto.