viernes, agosto 16, 2019

Decaimiento Europeo, Amenaza Armamentista, Argentina Hacia Atrás, México Hacia Abajo, Nueva Amenaza Trumpiana, Migración Crisis Humanitaria, Un Mundo más Peligroso

Tantas cosas tan importantes están sucediendo en los últimos meses alrededor del mundo que es difícil formarse una opinión acerca de las causas comunes. Los gobiernos populistas, tanto de izquierda como de derecha, aplican las consabidas fórmulas de apoyarse en los temores, fobias e inseguridades de sus ciudadanos para alcanzar y mantenerse en el poder. Esa fórmula la usaron los ingleses a favor del Brexit en el referéndum, mientras que los británicos a favor de continuar en la Comunidad Europea, emplearon datos y argumentos fidedignos… Ganaron los mentirosos. Los políticos ignorantes, corruptos y/o inmorales basan su discurso en lo que conmueve a la gente, sea o no verdad. El objetivo de estos políticos es ampliar su base de apoyo dándole a la gente lo que la gente quiere escuchar, aunque eso sea falso.

Decaimiento europeo: La inestabilidad en Francia surge del descontento por las políticas de ajuste económico financiero del presidente francés Emmanuel Macron, que a corto plazo tiene costos sociales, pero asegura beneficios a mediano y largo plazo. Los chalecos amarillos fue un movimiento espontáneo que luego se organizó en la marcha dándole una justificación socialistoide. La llegada de Boris Johnson en la Gran Bretaña no es más que la continuación de la locura británica de querer “hacer a Gran Bretaña grande de nuevo”, el sueño supremacista de que el Reino Unido es más poderoso sólo que acompañado. Italia sigue en su eterno drama, a pesar de que Guiseppe Conte, profesor de leyes sin experiencia política, logró conciliar a los dos partidos mayoritarios con el lema de “pondré fin al negocio de la migración”. Los europeos han empezado a olvidar las terribles lecciones de las guerras mundiales.

Liberalismo y libertad: Todas las sociedades exitosas tienen algo en común: la aceptación de la libertad de los individuos de cooperar socialmente en la búsqueda para satisfacer sus necesidades y alcanzar sus aspiraciones. La historia nos dice que la imposición social por el monarca o el dictador genera resultados inferiores a la cooperación voluntaria en una democracia, donde se produce la división del trabajo a través de la creatividad y éxito individual.

El largo periodo de éxito de los modelos liberales se ha visto opacado por el péndulo de la historia que ahora va en la dirección contraria hacia países cerrados en donde la cooperación con otras naciones a través de la competencia en el libre mercado se descalifica: “América primero”, “hacer a Gran Bretaña grande de nuevo”, “a retomar el control de nuestro destino”, etcétera.

Amenaza armamentista: Lo que sucede en Europa debilita el balance global de poderes, disminuyendo la influencia del bloque europeo en el concierto internacional, y, en consecuencia, haciendo al mundo más peligroso. Al reducir el contrapeso europeo, las tensiones entre Estados Unidos, China y Rusia aumentarán. Las dimensiones de esta problemática las podemos observar del lado comercial (China vs. Estados Unidos) y del militar (Rusia, EE.UU., China y OTAN).

Putin al darse cuenta que comercialmente Rusia tiene menos potencial que China y Estados Unidos, está apostando a hacer de Rusia una potencia internacional a través del desarrollo tecnológico y bélico. El reciente accidente en la prueba de un nuevo misil nuclear ruso que dejó 7 muertos y un aumento temporal de radiación en el Ártico es prueba de esta riesgosa política de Putin.

En respuesta, días después, Estados Unidos probó exitosamente un nuevo misil de rango medio, arma prohibida por el acuerdo firmado con Moscú en los 80s, del cual Trump decidió retirarse hace un mes argumentando que EE.UU. se estaba quedando atrás. En efecto, Rusia y China han continuado desarrollando su capacidad bélica, inclusive Pekín ha tomado la delantera en algunos campos gracias al impulso del presidente chino, Xi Jinping, a las fuerzas armadas tras su toma de posesión en 2013. Esta nueva carrera armamentista ha aumentado el grado de peligrosidad en el mundo.

Argentina hacia atrás: En nuestro continente la reciente vuelta al pasado en Argentina es señal de alarma. Los pueblos ya sean en Grecia, Italia o Francia, no quieren pagar la cuenta de los errores de los gobiernos ineptos del pasado, prefieren creer en promesas vacuas de los populistas ya sean de derecha (como Bolsonaro en Brasil) o de izquierda (como AMLO en México y los Fernández en Argentina).

México hacia abajo: Méxicobajo el mando de un gobernante ignorante, inepto y arrogante, cuya idea del buen servidor público es de que sea 1% capaz y 99% honrado, se encuentra sin crecimiento e inseguridad creciente. Su noción de gobernar surge de su analfabetismo profesional y su soberbia intelectual. Andrés Manuel es un político que considera que gobernar es fácil y que la economía no es ciencia. Fue un estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM que tardó 14 años en recibirse. Por ello no titubeó en despedir y aceptar la renuncia de sus funcionarios capaces y sustituirlos por funcionarios ignorantes, pero serviles.

Las acciones, proyectos y políticas del gobierno de la 4T (cuarta transformación) han estado plagados de errores y problemas de implementación, a pesar de habérsele advertido de antemano de lo que iba a suceder. Es por ello que su promesa de que la economía mexicana crecería al 4% durante su administración es una meta inalcanzable, puesto que no se puede ir en contra de la economía muchas veces todas las veces. El gobierno de la 4T continúa hundiendo a México. Lo triste del caso es que su base de apoyo sigue siendo mayoritaria. Los mexicanos prefieren, al igual que los argentinos y brasileños, creer en promesas que aceptar realidades.

El gobierno de Andrés Manuel recortó los apoyos federales al deporte mexicano, sin embargo, se colgó la medalla por el gran desempeño que tuvieron los atletas mexicanos en los panamericanos de Lima. Según AMLO eso se logró gracias a que su gobierno mejoró el humor social… ¡Caray, qué desvergüenza! Cuando las cosas salen bien es gracias a los esfuerzos de su gobierno, pero cuando las cosas salen mal culpa de los gobiernos pasados.

Otra amenaza de Trump: El pleito de Donald Trump con México sigue y seguirá. En un artículo que escribí meses atrás mencionaba que ceder a las presiones del presidente golpeador era abrir la puerta para nuevas presiones, sugiriendo que la única manera de ponerle el alto era enfrentársele. Ahora la nueva amenaza es descalificar a México como nación sujeta a la ayuda internacional si es que el gobierno de México no tiene buenos resultados en el combate contra los carteles de la droga. El asunto es que mientras no se controle el masivo consumo de drogas en Estados Unidos y la exportación ilegal de armas a México, el gobierno mexicano puede hacer muy poco para controlar a los carteles de la droga. El problema de las drogas en el mundo empezó hace 60 años con la demanda creciente de los consumidores norteamericanos y desde entonces el problema no se ha resuelto. Se requiere un nuevo enfoque, que, en el caso de México, sería la legalización de la oferta y regulación de la distribución y el consumo de las drogas… Como dirían los economistas, sacar al elemento criminal y meter a los empresarios en las funciones de oferta y demanda.

Migración, crisis humanitaria: La crisis migratoria se está convirtiendo en una gran crisis humanitaria de gran envergadura. En el Mediterráneo están los barcos itinerantes con emigrantes africanos que escapan de la pobreza y la persecución religiosa y/o tribal sin encontrar ninguna nación europea que les dé la bienvenida. Los miles de venezolanos que han salido y siguen escapando de las condiciones de desempleo y carencias generadas por el los regímenes populistas de Chávez y Maduro. Los miles de familias centroamericanas que salen todos los días de sus países en busca del sueño americano, enfrentándose a los secuestros, al crimen organizado, al ejército mexicano y a la terrible migra americana.

Del discurso a la acción: Los calificativos insultantes de Donald Trump contra los migrantes de "bad hombres", violadores, criminales, ladrones y vendedores de droga han envalentonado a los extremistas americanos (cada vez menos tolerantes contra los no americanos) y a los políticos europeos (cada vez menos receptivos a las críticas y al sufrimiento árabe y africano). El mandatario americano parece no darse cuenta que los hombres que más terror infunden en la sociedad estadounidense son los propios americanos nacidos en Estados Unidos, americanos alimentados por el odio, el racismo y la xenofobia que se sienten cobijados por su presidente y la poderosa industria de armas.

El asesinato de 22 personas de origen mexicano en la tienda Walmart del Paso (Texas), fue en parte resultado del discurso de Trump contra los mexicanos, tal y como confesó Patrick Crusius que iba contra los “invasores hispanos”. En los 218 días que van del año han ocurrido 251 tiroteos masivos, después de los cuales surge el debate sobre el control de armas, tema que Trump elude desviando la discusión hacia los videojuegos o la salud mental, evitando poner en peligro los intereses de sus aliados en la Asociación Nacional del Rifle. Trump se ha distinguido por empeñarse en achacar la culpa de los problemas estadounidenses a otros países.

El discurso de odio, intolerancia, supremacía racial, chovinismo, funciona en casi todos los países, ya sean subdesarrollados –como en Irán, Turquía, Corea, Argentina, Brasil, Venezuela, y México–, o desarrollados –como Estados Unidos, Italia, Francia, Gran Bretaña. Desgraciadamente la gente preparada, sensata, cuerda y segura de sí misma cada vez cuenta menos y su apatía crece más.

En conclusión, mi estimado lector no creo que exista una conspiración internacional para cambiar el statu quo internacional, considero que lo que sucede es consecuencia del movimiento pendular de la historia. A veces, la memoria social, después de largos períodos de bienestar, confiere más importancia a la gratificación instantánea que al sacrificio colectivo, perdiéndose la visión de largo plazo en pos de la satisfacción del momento. El problema es que en el pasado las condiciones de esos momentos que llevaron a las conflagraciones mundiales se están volviendo a generar en nuestro tiempo, con el peligro de que nuestras armas ahora son miles de veces más destructivas que las de las guerras pasadas.