lunes, diciembre 01, 2014

El peso ante el súper dólar

Ante la disminución constante del peso mexicano contra el dólar estadounidense, varios amigos me han preguntado en donde va a quedar el tipo de cambio. El peso se encuentra en sus niveles más bajos desde el 2012. En los últimos seis meses (de finales de mayo a principios de diciembre del 2014) el peso se depreció 8.7 por ciento frente a la divisa norteamericana, vendiéndose el dólar por arriba de los $14 pesos. Esto ha generado preocupación no solamente entre los inversionistas, exportadores e importadores, sino entre la gente que se preocupa si va a tener que pagar más por sus bienes, si le va a salir más caro viajar al extranjero y si va a disminuir su ingreso.

¿Por qué se ha venido depreciando el peso?
Primero, probablemente la razón más importante es de índole externa y tiene que ver con el fortalecimiento del dólar americano. Esto parece ser un fenómeno global que afecta a la mayoría de las monedas. Por ejemplo, en lo que va del año el dólar acumuló una ganancia del 10 por ciento frente a las seis monedas principales de la economía mundial; el euro perdió 9.98 por ciento frente al dólar; el yen japonés, 8.58 por ciento; la libra esterlina, 4.4 por ciento; el peso chileno, 11 por ciento; el real brasileño 8.1 por ciento, y el peso colombiano, 7 por ciento. Segundo, otra causa es la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional. Precios más bajos del petróleo significan menores ingresos en divisas por la misma cantidad de exportación de crudo. Tercero, la desaceleración económica en Europa y Asia afecta negativamente las perspectivas de Estados Unidos. Ante el debilitamiento económico de nuestros principales socios comerciales, México exporta menos y gana menos divisas. Cuarto, la aversión al riesgo por parte de los inversionistas extranjeros, ante un panorama de bajo crecimiento en las principales economías del mundo, hace que no solamente disminuyan sus inversiones hacia las economías emergentes, sino que retiran su capital buscando activos financieros menos riesgosos en sus países de origen, en especial en Estados Unidos.

La gráfica a continuación ilustra la caída en el valor del peso. El 29 de mayo 2014 el tipo de cambio promedio se encontraba a 12.84 pesos por dólar subiendo a 13.958 pesos el 1ro de diciembre.

Las causas internas no son menos importantes, tales como la caída en la producción de Pemex que unida a la disminución en los precios internacionales del petróleo significan menos ingresos por las exportaciones de crudo. Una segunda razón interna, de importancia creciente, es la pérdida de confianza de los inversionistas y empresas en México. Las acciones del crimen organizado contra las empresas y personas no solamente suben los costos de transacción en la economía, sino que disminuyen las inversiones y los planes de expansión. La corrupción e impunidad de las autoridades le restan a las empresas e inversionistas certeza en sus periodos de planeación y perspectivas de ganancias. Por ejemplo, como puede una empresa gastar dinero en los estudios necesarios para participar en un concurso de infraestructura sabiendo de antemano de que el campo de juego no va a estar parejo. También los inversionistas y empresarios han perdido confianza en el futuro de México ante las constantes revisiones a la baja del crecimiento esperado del país.

¿De qué manera nos afecta la depreciación del peso?
Como es natural, no todos pierden con la devaluación del peso, hay algunos que ganan con un peso más débil. Los ganadores son aquellos que reciben remesas de sus familiares en el extranjero. Los exportadores también ganan al recibir más pesos por sus ventas externas. Finalmente, los inversionistas extranjeros se ven beneficiados al aumentar su capacidad de compra en México por sus inversiones en dólares.

Del otro lado de la moneda, los principales perdedores son aquellas empresas y personas que tienen obligaciones en dólares, puesto que sus compromisos en pesos aumentan. El efecto para los importadores es negativo, porque tienen que pagar más por sus compras en el extranjero. Los importadores nacionales están enfrentando un desafío doble al no poder trasladar el aumento en sus costos de importación al precio final de sus productos por la continua debilidad de la demanda interna.

¿Qué es lo que va a pasar con el valor del peso?
Es de esperarse que, en lo que resta del 2014, el peso mexicano registrará mucha volatilidad reduciéndose los periodos de planeación de las empresas. Sin embargo, aun cuando el movimiento descendente en el valor del peso se inició por causas externas, hay una tendencia a mediano plazo que afectará negativamente al peso de aquí al 2018. La principal causa que alimenta esta tendencia perversa es la percepción de los agentes económicos de una falta de gobernabilidad del Estado mexicano. Después de dos meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el presidente Enrique Peña Nieto anunció el 27 de noviembre diez medidas para fortalecer su enfoque contra la inseguridad, corrupción e impunidad, medidas necesarias aunque algo tardías. Tristemente, el elefante blanco de la mansión de las Lomas le resta credibilidad a las medidas propuestas.

Fortalecer la confianza de los inversionistas, empresarios, trabajadores y consumidores requiere de credibilidad en las acciones del gobierno y no habrá credibilidad hasta que no haya acciones contundentes en contra de la corrupción e impunidad.

Mientras no se revierta la inseguridad, corrupción e impunidad el valor de nuestra moneda se seguirá debilitando ante el dólar.

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