miércoles, noviembre 13, 2019

América Latina en caos: Evo y Asilo, Chile en honduras, Ecuador explota y calma, Argentina al pasado, el gobierno de la 4T celebra no crecimiento

Tantas cosas relevantes han sucedido en los países latinoamericanos en el último mes que es difícil formarse una idea de las causas comunes y de las lecciones que podríamos aprender. Lo acontecido en Bolivia, Ecuador, Argentina, Chile y México vale la pena examinar, aunque sea de manera somera, para distinguir lo real de lo ficticio, pues tan sólo se necesita una mentira para poner en duda todas las verdades.

Evo y el asilo mexicano: Nunca he sido partidario del expresidente de Bolivia Evo Morales. Desapruebo de su ideología y sus intenciones reeleccionistas a través del fraude electoral. A su vez, confieso que soy un crítico regular del presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno de la Cuarta Transformación (4T). Desapruebo de sus políticas económicas, de su decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco en favor del aeropuerto ratonero de Santa Lucía, de su estrategia de seguridad (o falta de ella), etcétera. Sin embargo, no desapruebo de la decisión de su gobierno de concederle asilo político a Evo Morales.

México, desde el siglo XX hasta nuestros días, ha sido refugio de los perseguidos políticos y víctimas de la violencia, ya sean estos de izquierda o derecha. México acogió a los republicanos españoles perseguidos por el franquismo, a los cubanos anti Batista (incluyendo al propio Fidel Castro) y luego a los anticastristas, a los chilenos antipinochetistas, a los argentinos anti Videla, a los tupamaros uruguayos, a los centroamericanos perseguidos por sus gobiernos en turno, tal y como se acogió a los nicaragüenses anti Somoza y anti Ortega, a los venezolanos anti Maduro, a León Trotsky, al Sha de Irán, a la esposa de Salvador Allende, etcétera.

¿Qué pasó en Bolivia? Después de haberse logrado 37 años de gobiernos constitucionales se presentaron elecciones presidenciales el 20 de octubre y Morales participó para obtener su cuarto mandato, ganando – de acuerdo al recuento oficial– las elecciones. Para poder participar por ese cuarto periodo lanzó un referéndum en el 2016 con la intención de enmendar la constitución y así permitir la reelección indefinida, pero lo perdió. Así es que, para competir en dichas elecciones, presionó para que las autoridades relevantes aprobaran su participación.

La OEA, observadores independientes y la oposición señalaron irregularidades en el triunfo de Morales, por lo que se presentaron tres semanas de violentos disturbios que llevaron a la renuncia del presidente Evo Morales tras haber perdido el apoyo de las Fuerzas Armadas y de la policía. El ex-presidente aceptó el ofrecimiento de asilo del gobierno de AMLO y llegó a México en un avión de la fuerza armadas mexicanas el 12 de noviembre.

Muchos han criticado la decisión del gobierno de AMLO de concederle asilo al dictador boliviano, que, con trampas, amenazas, y medias verdades logró extender su mandato de manera ilegal en el  2009 y el 2014. A pesar de ello, la decisión del gobierno de AMLO fue congruente con nuestra tradición humanista de conceder asilo a los perseguidos políticos y aquellos cuya integridad física peligra en su país. Aparte, la figura del asilo político tiene que ver más con el bien mayor que con nuestra evaluación de los méritos o desméritos del refugiado. De no habérsele concedido asilo político a Evo la tensión en Bolivia y América Latina hubiera aumentado, y seguramente lo hubieran apresado o asesinado, lo cual lo hubiera convertido en mártir, echándole más fuego a la hoguera. El principal beneficio de haberle concedido refugio es el de haber reducido la inestabilidad política y social en Bolivia, contribuyendo a nuevas elecciones y a un cambio pacífico de poder.

También hay que reconocer que ha sido ridículo, e inclusive triste, que las autoridades de esta administración lo traten como huésped distinguido, que el canciller Ebrard lo apapache y le haga fiestas, que se le den las llaves de la Ciudad de México, etc. Por favor, el tipo fue un dictador desde el 2009, violentando 3 veces la no reelección constitucional.

Si algo podemos aprender de la experiencia boliviana es que las Fuerzas Armadas aguantan mucho hasta que llega el momento en que ya no aguantan más.

Ecuador, de la explosión a la calma: ya varios economistas hemos apuntado que las fórmulas de ajuste del Fondo Monetario Internacional aun cuando necesarias, sus tiempos son muy cortos y el costo de los ajustes recae más en las clases medias y vulnerables que en las de los más pudientes. Eso, desgraciadamente, aumenta la desigualdad relativa y promueve el resentimiento. El apretón fiscal que recomendó el FMI en Ecuador implicaba un aumento de más del 100% a los precios de los combustibles para el transporte. Los gremios de transportistas inmediatamente se manifestaron en contra de la medida, paralizando el transporte. El gobierno negoció con ellos concediéndoles varios beneficios arancelarios y tributarios lo que permitió levantar el paro del transporte.

Sin embargo, paralelamente y espontáneamente los indígenas ecuatorianos, agrupados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Conai, protestaron contra la eliminación del subsidio a los combustibles, pero no sólo eso, sino que también protestaron contra el modelo económico avalado por los organismos internacionales. La queja principal contra el modelo neoliberal de crecimiento es que era excluyente y empobrecedor. La protesta y el descontento civil se produjeron en el marco de una severa crisis fiscal, alto endeudamiento y un crecimiento nulo. El gobierno del presidente Lenín Moreno no quiso dar su brazo a torcer por lo que los disturbios se prolongaron por dos semanas, volviéndose más violentos, resultando en siete muertos y más de mil trescientos heridos.

Finalmente, el gobierno de Moreno echó para atrás el decreto y rápidamente retornó la calma al Ecuador.

Argentina continúa marcha atrás: cuando Mauricio Macri ganó las elecciones en el 2015, la inflación y el déficit fiscal eran altos, aparte de que existía un complejo sistema de control de cambios que generaba trabas, aislamiento y mercado negro. Consciente del costo social de los ajustes recomendados por los organismos internacionales, Macri optó por una estrategia gradual de ajuste, o sea un ajuste a cuenta gotas que iría reduciendo el gasto público sin golpear severamente a las poblaciones vulnerables que dependían del mismo. Sin embargo, una terrible sequía y un diagnóstico optimista del contexto internacional conspiraron contra sus políticas económicas y tuvo que solicitar un rescate financiero al Fondo Monetario Internacional. El FMI aprobó en el 2018 un crédito por 57,000 millones de dólares a Argentina, el más grande en la historia de la entidad. El apretón fiscal recomendado por el FMI para recortar el gasto y profundizar la austeridad no fueron bien recibidos por los argentinos. Mauricio Macri perdió las elecciones en la primera vuelta contra el candidato peronista Alberto Fernández apoyado por Cristina Fernández de Kirchner, ahora vicepresidenta electa.

El panorama inmediato para Argentina no es nada halagador. La economía continuará estancada o decreciendo, los productos de primera necesidad continuarán escaseando o aumentando de precio, el valor de su moneda continuará decayendo. Argentina no se recuperará hasta que no acepte que tiene que tomar la medicina del ajuste, eso no está para discutirse, lo que está para examinarse es cómo y quiénes van a afrontar esos costos.

Si algo se puede aprender de las experiencias de Argentina y Ecuador es que los ajustes se tienen que hacer antes de que el agua llegue al cuello de la economía.

Chile en honduras: confieso que me tomó por sorpresa los disturbios y violentas protestas en Santiago de Chile que poco a poco se extendieron al resto del país. La causa inicial fue el alza a la tarifa del sistema público de transporte en Santiago. La reacción de los estudiantes y pobladores vulnerables de Santiago fue de tal magnitud que el presidente Sebastián Piñera decretó estado de emergencia y toque de queda, lo cual en lugar de disuadir a los protestantes alimentó más el fuego del descontento social. Después de varios días, los protestantes pudieron articular las razones de su protesta: el alto costo de la vida, las bajas jubilaciones, los altos precios de fármacos y servicios de salud, el alto costo de la educación, un rechazo generalizado a las instituciones y a la clase política.

Al principio el gobierno cometió el error de subestimar las protestas, luego, como estas continuaban y crecían el presidente intentó un cambio de gabinete, lo cual tampoco funcionó. Ahora está dispuesto a discutir una reforma constitucional para incorporar los derechos sociales. Al momento, los costos humanos han sido 21 muertos, más de 2,000 heridos y alrededor de 5,000 detenidos.

¿Cómo se puede explicar esto? En la segunda mitad del siglo XX los argentinos consideraban a Chile como el hermanito pobre, situación que se revirtió en las últimas décadas. Chile ha sido el país latinoamericano que más ha conseguido el éxito socioeconómico, logrando mayor reducción de pobreza, aumento del bienestar social, crecimiento de la clase media, movilidad social y disminución de la desigualdad. En este contexto, la explicación del descontento social y la violencia de las protestas van en contra del sentido común.

Mi profesor de Harvard, Samuel Huntington, en su obra “El orden político en las sociedades en cambio” nos recordaba que la pobreza y el atraso económico no eran las fuentes de la violencia e inestabilidad política. Es cierto, los países desarrollados tienden a ser más estables y pacíficos que los menos desarrollados, pero no es cierto que los países más pobres y atrasados son los más inestables y violentos. Una sociedad tradicional, atrasada, ignorante y pobre es generalmente estable.

Lo que genera la inestabilidad política no es la falta de modernidad si no los esfuerzos por lograrla. La modernidad implica estabilidad mientras que el proceso de modernización genera inestabilidad. Los fenómenos como la disminución del analfabetismo, la educación masiva, la urbanización, y el progreso en los medios de comunicación provocan un aumento en las aspiraciones y expectativas de la gente. Las aspiraciones, al no ser satisfechas con la velocidad esperada. llevan a la acción política, lo cual produce descontento, confrontación e inestabilidad. En efecto, el crecimiento económico aumenta la capacidad de la sociedad para satisfacer las aspiraciones de los grupos vulnerables, pero el mismo proceso alimenta la frustración social, la impaciencia, y el desorden.

Las etapas iniciales del crecimiento económico tienden ensanchar la brecha de la desigualdad entre ricos y pobres: “aun cuando los pobres reciban ahora más ingresos que antes, los pobres saben ahora que los ricos son más ricos que antes”. La movilización social, consecuencia del proceso de modernización, socava la aceptación de la desigualdad, generando insatisfacción y enfrentamientos.

El crecimiento económico en Chile, junto al proceso de modernización, el aumento de los ingresos absolutos y el aumento de la desigualdad relativa fomentó los fenómenos sociales de frustración y enojo social. Sólo se requería una chispa para detonar la insatisfacción de los chilenos.

Después de décadas de crecimiento estelar en la historia del continente, las protestas y disturbios en Chile me hacen recordar los movimientos y protestas europeas de 1968 y 69, que se dieron después de décadas de crecimiento económico y mejoramiento del bienestar, movimientos que, si no cambiaron el statu quo económico, si cambiaron el contexto cultural.

Si alguna lección podemos derivar de lo que está sucediendo en Chile es que crecer es importante, pero hay que crecer de manera progresiva o igualitaria. El proceso tradicional de crecimiento neoliberal, en la cual los más ricos reciben más y los pobres menos, tiene que ser administrado por los gobiernos republicanos para que la distribución relativa de los beneficios del crecimiento sea progresiva o por lo menos igualitaria.

México, el gobierno de la 4T celebra el escaso crecimiento: tengo que reconocer querido lector que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador es testarudo y obstinado. A todos nosotros nos consta que en varias ocasiones se le ha dicho que para crecer no solamente hay que gastar en consumo, sino invertir, y que no solamente hay que invertir, sino invertir bien. El problema es que la mayoría de las personas que le han dado estos consejos son economistas y AMLO no considera a la economía como ciencia y piensa que los economistas sensatos son neoliberales y por lo tanto conservadores en contra del pueblo. Sin embargo, después de casi un año de ser presidente, al ver que no solamente no estamos creciendo a las bajas tasas de las administraciones pasadas, sino que no estamos creciendo nada, en lugar de corregir el rumbo de sus políticas económicas, celebra que estamos mejor y que él tiene datos diferentes. En otras palabras, nuestro presidente no solamente no quiere reconocer errores, ni emendar el rumbo, sino celebra sus errores y malas decisiones.

Tras conocerse que la economía casi no creció en lo que va del 2019, AMLO afirmó que la economía va por buen camino, que no hay recesión, que el avance es escaso porque se está poniendo orden. “Ya no gastar por gastar, ni otorgar contratos a diestra y siniestra”. De acuerdo a sus datos, vamos muy bien y que para hacer una buena evaluación habría que ver todos los indicadores y no solamente los del crecimiento.

Los datos indican que el 2019 fue un año perdido, no crecimos, ni mejoramos el bienestar promedio de la familia mexicana. El enfoque clientelar de dar dinero a los grupos vulnerables, ayuda en el corto plazo, pero no en el mediano ni en el largo plazo, pues no promueve crecimiento, sino tan solo gratificación instantánea, el consumo inmediato. Los economistas ya le han dicho a nuestro presidente que si quiere ayudar a los grupos vulnerables lo mejor es promover que la economía crezca para crear nuevas fuentes de empleo. Hay que enfocarse necesariamente a programas de infraestructura que generen productividad y volver a hacer que el dinero circule y se multiplique. El principal detonante del crecimiento económico en México son las pequeñas y medianas empresas, las cuales el gobierno requiere apoyar para generar un círculo virtuoso en el país. Son fórmulas ganar-ganar, no de otorgar y sacrificar. Mientras la administración de la 4T no replantee sus políticas económicas, el fantasma de la recesión seguirá presente.

Según mis estimaciones y hasta el momento no he fallado, el PIB de México decrecerá alrededor del 1% en el 2019. Este pronóstico, aun cuando más pesimista que el de los organismos internacionales y las calificadoras de riesgo, está en línea con la incapacidad de cambio de rumbo del gobierno de AMLO. En efecto, mientras que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda han aceptado las previsiones de los organismos internacionales y las calificadoras de riesgo, nuestro terco presidente todavía no lo ha hecho, y la decisión que cuenta es la de él y de nadie más.

En cuanto al pronóstico de crecimiento para el 2020, probablemente vamos a decrecer o seguir estancados. Las perspectivas económicas globales indican que el 2020 va ser un año desafiante. Los organismos internacionales auguran que cerca del 90% los países van a sufrir una desaceleración en sus economías. Si la economía se mantiene estancada por varios años consecutivos, no hay duda que México tendrá una crisis social y política.

La desaceleración económica no ha tocado fondo, a pesar de que el sector industrial suma once caídas consecutivas, que el consumo y la inversión privada se siguen debilitando, que la incertidumbre en las políticas públicas continúa, que la falta de confianza de los inversionistas persiste y que la inseguridad en el país aumenta. Pero, si tales tendencias se mantienen en el 2020, aunados a una débil economía mundial, México entrará en crisis.

AMLO debería revisar su estrategia y poner al crecimiento económico como una de las prioridades de su administración, hasta el momento le ha dado mayor importancia al consumo social y a la estabilidad a costa del crecimiento y el desarrollo económico.

En 1992, cuando Clinton competía contra George Bush para la presidencia de los Estados Unidos, se hizo famosa una frase, que parafraseando decía así “¡Estados Unidos es la economía, estúpido!” Ojalá que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador comprenda que si quiere dejar un legado positivo, la fortaleza del país es su economía… “Nunca habrá igualdad si no hay nada que distribuir.”

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lucho

Interesante análisis pero no creo que en Chile la desigualdad halla disminuido , ni que la movilidad social halla aumentado significativamente

PD ¿Como va Brasil?

Un abrazo

Gabriel

Luis Emiliano dijo...

Gabriel, créeme la desigualdad en Chile se ha reducido. El coeficiente de Gini en Chile fue:

en 1990 de 0.55410​, y
en 2014 bajó al 0.41835 indicando una reducción significativa en la desigualdad.

Colombia tiene mas desigualdad con coeficiente de 0.453, Ecuador 0.45, México 0.530, Brasil 0.518, Perú 0.481...

La movilidad social es mayor entre menor es la desigualdad y viceversa. Por ello, si un país observa una reducción en la desigualdad la movilidad social crece también.

Anónimo dijo...

Mi querido Luchito:

Como siempre recordándote con mucho cariño, pero en estas circunstancias en que Bolivia esta atravesando por una situación político-social muy difícil, es que te he recordado mucho más y quisiera darte mi opinión sobre lo que mencionas en tu articulo Evo y el Asilo Mexicano.

No tengo problema con la tradición humanista que tiene el Gobierno Mexicano de dar asilo a los perseguidos políticos cuya integridad física peligra en su País.

Con lo que no estoy de acuerdo es que cuando los desméritos del asilado son tantos y delicados, la figura del asilo político tenga que ver más con el bien mayor que con la verdadera/real y comprobada lista de desméritos del refugiado.

Si el gobierno mexicano no le hubiera ofrecido asilo político, puedes tener la seguridad que se lo hubiera ofrecido Venezuela, Cuba o Nicaragua. Por supuesto que a estos países no le convenia ni a Morales ni a AMLO, este último con ansias de especular el momento político de su País en beneficio propio. Como has debido leer, mucho se ha escrito en México sobre este tema: Pablo Hiriart titulado "El ridículo show de Evo y AMLO: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/el-ridiculo-show-de-evo-y-marcelo.

Espero que la prensa y otros intelectuales del medio sigan comentando sobre la vergonzosa situación del Gobierno Mexicano y su actuar desde un comienzo con hechos como los siguientes: (i) transporte aéreo en avión Mexicano cuando Evo perfectamente podía haberlo hecho en su propio avión de US$40 millones que ya estaba estacionado en Chimoré; (ii) recepción vergonzosa a la llegada de Evo a la cabeza del Canciller Mejicano con prensa organizada y guarda-espaldas; (iii) tratamiento VIP en todo sentido (dinero, guarda-espaldas, vivienda lujosa) para su estadía en México; (iv) darle cobertura de prensa con invitados especiales para que siga divulgando la tremenda MENTIRA de que su único pecado es ser indígena y de que la población urbana discrimina racialmente a la gente del campo; y (v) permitirle el uso de mensajes vía Tweet para instigar, seguir promoviendo el odio entre bolivianos, ofrecimientos de su retorno al País si el pueblo se lo pide, etc. etc. etc. Esto último en total violación del acuerdo de Montevideo del año 1939:

https://urgente.bo/noticia/evo-busca-influir-en-la-pol%C3%ADtica-boliviana-desde-el-twitter-pese-al-tratado-de-montevideo.

Querido Luchito, tú me conoces muy bien que no soy de muchas palabras y discursos, pero en esta ocasión y conociendo tu capacidad intelectual y tu acceso a la prensa y a la media, es que me he querido desahogar de todo lo que siento en este momento, como millones de habitantes en Bolivia.

Por el momento un fuerte abrazo para ti y saludos a tu querida familia,

Vladimir

Luis Emiliano dijo...

Estimado Flaquito:

Entiendo y comparto tus razones.

Hay dos cuestiones que me gustaría aclarar en mi escrito: la figura histórica del asilo, y los méritos del asilado.

Mi punto es que la tradición institucional e histórica del asilo tiene prioridad sobre los aciertos o culpas del asilado. Una vez abiertas las puertas del país, si se presentan acusaciones en las cortes internacionales, el asilo puede y debe terminarse, pero se tiene que probar el caso en un tribunal internacional.

Ahora, hay un punto adicional: la acogida que los partidarios y funcionarios de este gobierno le han dado.

Te confieso que he visto con muy malos ojos el festejo que la gente de AMLO le ha dado a Evo. Tratarlo como huésped distinguido, darle las llaves de la Ciudad de México, etc. son ridiculeces. El tipo ha sido dictador desde el 2009, violentando 3 veces la no reelección constitucional.

Los partidos populistas usan las instituciones y el marco legal establecido cuando les conviene y los hacen a un lado cuando no les conviene, y defienden la democracia para llegar al poder y luego –según ellos– para defenderla y fortalecerla se perpetúan en el poder. El problema es la gente, los votantes ignorantes, que prefieren creerle a alguien que les les promete y dice lo que quieren oír y que acusa de sus males a grupos religiosos, raciales, fifís, conservadores, ricos, etc. Dividen, polarizan, desatan pasiones, desentierran resentimientos y emocionan a la gente, para luego convertirse en los héroes, los líderes que se dejan llevar por las mismas emociones que ellos desataron y que luego son incapaces de administrar.

Te mando un fuerte abrazo esperando que en mis próximas notas vuelva a contar con los valiosos comentarios del amigo y colega.

Luis Emiliano

Anónimo dijo...

Pues el sr. ya es huésped distinguido de la Ciudad, ya más honores no se puede🤮🤮🤮

Rosaangélica

Luis Emiliano dijo...

Rosaangélica no creo que ninguno de los comentarios aquí le dé la bienvenida, con bombo y platillo, al dictador Evo Morales, quien se robó las elecciones del 2014 y quería volverse a robar las del 2019.

Evo es un dictador deleznable, no hay duda, pero mi nota nada tiene que ver con él, sino con la figura histórica de México de ser imparcial. No dudo que el Sha de Irán, ni que Evo fueron corruptos, asesinos o dictadores. Eso no es el punto. El punto es que México es baluarte internacional con todos aquellos que corren peligro de perder su vida, hasta que un tribunal internacional los condene.

Si Evo se hubiera quedado en Bolivia, ahora sería mártir con seguidores ciegos en Bolivia y otros países latinoamericanos. Júralo prima, esto fue lo mejor, así la fría historia lo va evaluar en justa mesura en lugar de las emociones calientes de sus seguidores populistas.

Luis Emiliano

Anónimo dijo...

Luis, también el punto es que, con la que está cayendo en nuestro México 🇲🇽 lindo, o tienes que tener muy clara la historia de acogidas de Extranjeros en México 🇲🇽 o nadie entiende que la SRE saque pecho del dispositivo tan impresionante que montó para traerle, sin decir por supuesto cuánto costó, con la que está cayendo nadie entiende el compromiso que se le da para estar seguro en el país, sin aclarar cuánto costará y que representa un insulto en la etapa más insegura que vivimos en nuestro México 🇲🇽 lindo y para colmo ayer le recibe la alcaldesa con bombo y platillo, como dices a un dictador, corrupto y defraudador de elecciones. Nadie se acuerda, a menos que seas muy leído y conozcas bien el servicio exterior de México 🇲🇽 y sus bondades, a, de lo que se puede hablar largo, pero hoy la otra mitad de los Mexicanos que vemos y sentimos el deterioro del país, ni por asomo se nos pasa tu punto, y los otros 30 millones ciegos de morena, ni siquiera lo conocen, que por cierto el Sha se vino por sus medios y calladito se metió enCuernavaca a ver qué hacía con su fortuna . Yo solo daria el dato si lo tuviera, de cuánto costo traerle, cuánto cuesta mantenerle y cuánto costará, en pesos y sobre todo en marca de país, y que nos dejara de positivo.
Bienvenido Sr. Morales, pero que nos trae de bueno ....

Anónimo dijo...

Tío pero por qué Bienvenido? No entiendo toda la sarta de pendejadas que están haciendo con este señor, ahora hasta huésped distinguido por el amor de Dios, y también todo lo que tiene, guardaespaldas camionetas y no sé qué más.
Tío no estoy en contra tuya pero solo quiero entender el por qué de esto? Si este señor no tiene ningún derecho aquí y ni siquiera lo queremos.
Además es un corrupto, no sé qué tanto dinero tiene en el extranjero.
Ahora sí como dijo la presidenta interina de Bolivia "me dan pena los Mexicanos"
Y perdón tío por las malas palabras.

Ivonne Bombon

Luis Emiliano dijo...

Ivonne, todo bien... la figura que defiendo es la del asilo, política humanista desde el siglo XX. No defiendo al dictador Evo, ni justifico su afán de poder que lo hizo quedarse fraudulentamente en el poder en dos mandatos. ni su corrupción. Tampoco esta bien que lo traten como huésped distinguido y que el canciller Ebrard lo apapache y le haga fiestas. Lo de bienvenido ya lo quité.

Luis Emiliano

Anónimo dijo...

Luis hola, siempre me gusta leerte porque justo pones el "dedo en la llaga" Si mal no recuerdo cuando vino el Shah de Persia, Mohammad Reza Pahlavi, él trajo mucho dinero y se dijo que hizo inversiones, además después se supo que venía enfermo. pero muchísimos casos de asilo se tratan con mucha mesura no haciendo tanto aspaviento. También cuando se crea la COPPPAL 1979, se logra mediante su iniciativa, el salvoconducto para traer a México a Héctor J. Cámpora que llevaba más de 10 años asilado en la Embajada de México en Argentina y gravemente enfermo de Cáncer en la garganta. En lo personal me tocó recibir a unos políticos guatemaltecos y cuando me entregan sus documentos para tramitar sus regresos uno de ellos solo me entrega su boleto de llegada, sin regreso y me dice que era porque iba a pedir asilo, se lo dieron, estuvo unos años en México y cuando se supone que habían cambiado las condiciones en Guatemala él regresa y meses después me entero que había sido asesinado. Y así tantos casos que ni siquiera nos enteramos. Esos tres casos a diferente nivel fueron producto de amenazas de verdaderos Golpes de Estado en sus países.

Marcela Del Rocio Hormiguita