sábado, septiembre 23, 2017

Los terremotos de septiembre 2017: orígenes y causas

Como economista se poco acerca de las causas y razones de los dos sismos que le pegaron tan fuerte a mi país México, por lo que traté de informarme consultando varias fuentes tratando de responder algunas preguntas que seguramente varios de ustedes también se han formulado. Después de varias discusiones con algunos amigos, decidí enviarles lo que hasta el momento había escrito sobre el tema, esperando sea de su interés.

Saludos a todos,

Luis Emiliano

¿Cuáles son las causas de la alta sismicidad en México?
México está en una zona de alta sismicidad dada la interacción de 5 placas tectónicas: La placa de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe. Aparte, México está en el cinturón de fuego que afecta, entre otros países, a Nueva Zelandia, Japón, Taiwán, Alaska, la costa noroccidental de Estados Unidos, México, Perú y Chile. Dicho cinturón corresponde a una fractura de la corteza terrestre que se activa cuando una capa se desliza sobre la otra debido a la presión causada por el gradual enfriamiento de la Tierra.

Es por ello que en México ocurren en promedio 40 temblores al día; 100 sismos con magnitudes de 4.5 o más al año; 5 sismos de magnitud igual o mayor a 6.5 cada cuatro años, y 1 terremoto de magnitud de 7.5 o superior cada 10 años.

¿Cuáles fueron las causas de los sismos de septiembre del 2017?
Los dos terremotos que sufrió México ocurrieron en la placa tectónica Cocos situada a lo largo de la costa occidental, placa que se está deslizando por debajo de la placa de América del Norte sobre la que está México. El primer terremoto ocurrió el 7 de septiembre y alcanzó una magnitud de 8.2 en la escala de Richter a una profundidad de 70 km, y el segundo, 11 días más tarde, fue de 7.1 a una profundidad de 50 km. Los sismólogos pronto informaron que el S07 ocurrió por el choque de placas entre la norteamericana y la de cocos, mientras que el S19 se debió a un desprendimiento de un bloque de la placa de cocos. El tipo de temblor de este último es poco frecuente, considerando poco probable que ambos terremotos estuvieran ligados y el hecho de que los temblores hayan estado tan próximos en tiempo y espacio fue tan solo una coincidencia.

De acuerdo con varios expertos, el primero fue por choque de capas y el segundo por desgarramiento intra-placa, suponiendo que no habría réplicas de consideración a consecuencia de éste último. Esto, explicaban, se debía a que se desprendió un gran bloque de la placa para caer en el magma, por lo que no habría grandes reacomodos que generaran réplicas mayores.

Las diferencias de opinión entre los expertos fueron y sigue siendo palpables, unos dijeron que el S07 se debió al choque de placas y, más tarde, otros informaron que se había debido a un desprendimiento de un bloque de la placa, unos dijeron que en la norteamericana y otros la de cocos (debajo de Morelos y Puebla y por abajo de la placa norteamericana). Ha habido más de cuatro mil réplicas, incluyendo una de magnitud 6.1 el 23 de septiembre, considerándose réplicas del S07. En síntesis, este economista considera que la ciencia de los terremotos todavía tiene mucho por avanzar y los sismólogos tienen tantas diferencias de opinión como nosotros los economistas.

¿Estuvieron ambos temblores ligados a otros sismos en el cinturón de fuego?
Los geólogos consideran remoto que los temblores de México estén ligados a otros movimientos sísmicos en la cuenca del pacífico en lo que se conoce como el “cinturón de fuego”; tales como el terremoto de magnitud 6.4 en la isla Vanatu Erromango y el temblor anterior de 6.1 a 283 km en la costa noreste de Japón… Sin embargo, el sismo de 7.1 en México parece que impactó a varios países en el Cinturón de Fuego del Pacífico, ocasionando réplicas en Japón, Nueva Zelanda, Chile, Perú y Estados Unidos (California).

Habría que agregar que seguramente los terremotos no tuvieron relación con la prueba nuclear del 3 de septiembre de Corea del Norte.

¿Por qué el sismo del 19 de septiembre causó más muertes y daños que el primero más fuerte del 7 de septiembre?
Como antes se mencionó, México se encuentra al borde de la placa norteamericana bajo la cual se está desplazando la de Cocos, lo que contribuye a la alta sismicidad en el país. La placa de Cocos, conforme se desplaza por debajo de la norteamericana, genera tensión que de tiempo en tiempo se libera en forma de terremotos.

La intensidad con la que los temblores, como el del 19 de septiembre (S19) de magnitud 7.1, se sintieron en la ciudad de México se debe en gran parte a condiciones locales. El S19 ha sido de los más intensos que se han registrado en la Ciudad de México, ocurriendo a tan sólo 50 km de profundidad, considerándose poco profundo. Los sismos poco profundos son más devastadores que aquellos que suceden a profundidades superiores a los 70 km. En efecto, a pesar de que el S07 alcanzó una magnitud mayor de 8.2, este fue menos intenso que el del S19, ocurriendo a una profundidad de 70 km.

La magnitud e intensidad de un temblor son medidas diferentes. La magnitud mide la energía liberada por la ruptura de una falla, mientras que la intensidad es el movimiento del suelo alrededor de un punto de medición. Por ejemplo, el temblor de 1985 tuvo una intensidad máxima de 35 Gales (la unidad de aceleración en centímetros por segundo) mientras que el de 19 de septiembre 2017 alcanzó los 58 Gales registradas en el detector de la Ciudad Universitaria.

Las principales razones por las cuales el S19 ocasionó más destrucción que el S07 fueron, a mi entender: 1) el epicentro del S19 estaba apenas a 120 km de distancia y a 50 km de profundidad, mientras que el de S07 estaba a poco más de 700 km y a 70 km de profundidad; 2) la densidad de la población y construcciones alrededor del epicentro del S19 es considerablemente mayor que las que rodean al S07; 3) el subsuelo en el centro de la ciudad de México es sedimentario, correspondiendo a lo que antes era el lago de Tenochtitlán, por lo que las ondas telúricas se amplifican, mientras que el subsuelo alrededor del epicentro del S07 es más sólido y rocoso.

El terremoto de 1985 causó miles de muertos y ha sido el desastre natural más mortífero en la historia de México. El temblor S19 fue menos mortal, con poco más de 300 muertos, en parte porque las edificaciones a partir del 85 fueron hechas con normas de construcción más estrictas y por la ventaja que dio la alarma sísmica.

Nuestros expertos indican que es pura coincidencia que ambos temblores ocurrieran el 19 septiembre.

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