viernes, julio 25, 2014

Ucrania, el Avionazo y la Guerra Tonta

Recientemente di una charla a un polifacético grupo de intelectuales en la Ciudad de México y en los comentarios de sobremesa surgió el tema del vuelo 17 de Malaysia Airlines derribado el 17 de julio por un misil tierra-aire en territorio controlado por los separatistas pro-rusos en Ucrania, matando 298 entre pasajeros y tripulantes. Varios participantes opinaron sobre los responsables de semejante acto de barbarie, siendo interesante la riqueza y diversidad de los comentarios.

Se manejaron tres hipótesis, que los responsables fueron (1) los milicianos pro-rusos que dispararon el misil por equivocación, al confundir el avión de pasajeros por una avión militar ucraniano, (2) los propios ucranianos para buscar el apoyo internacional, y (3) los americanos para culpar a Putín y conseguir el apoyo de sus aliados europeos que hasta ahora se han mantenido al margen, a saber: Alemania por depender de la energía rusa, Francia por ser un importante exportador de armas a los rusos, y Reino Unido por tener sus organismos financieros privados en Londres los rublos de los excedentes rusos.

No obstante que hasta el momento la evidencia es circunstancial, la lógica sugiere que el avión fue derribado por milicianos pro-rusos, siendo improbable que los culpables hubieran sido ucranianos o americanos porque los beneficios de tal acto serían insignificantes comparados con las catastróficas consecuencias para su causa de ser descubiertos, por lo que no asumirían semejante riesgo. Por el contrario, pienso que alguien de los milicianos pro-rusos cometió un error, lo cual es factible dada la dinámica mental de estos grupos separatistas armados. La tentación de utilizar estos sofisticados juguetes abruma al sentido común de un terrorista; su deseo de lastimar a sus enemigos pesa más que la consideración de dañar a terceros por equivocación.

Cícero decía “Historia magistra vitae” –la historia es maestra de la vida– y Santayana agregaba que “quien desconoce la historia está condenado a repetirla”. Aun cuando la historia no se repite de igual manera, las experiencias ajenas nos sirven para evitar repetir los mismos errores.

Estoy de acuerdo que es difícil justificar las torpezas de occidente al alentar a una Ucrania pro-americana para que formara parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). ¿Qué esperaban los estadounidenses al promover el acercamiento económico-militar con Ucrania? ¿Qué los rusos se iba a quedar con los brazos cruzados? La historia nos lo dice: Rusia no lo iba a permitir. Mientras los americanos juegan a las damas chinas, los rusos juegan al ajedrez. Mientras los rusos tienen un horizonte de más de una generación, nosotros en occidente pensamos de uno a cinco años.

No obstante, es imposible justificar las acciones de Putín, quien al parecer no le importan los daños colaterales a inocentes. ¿Cómo pudo Putín poner en manos de terroristas un armamento que puede derribar aviones a más de 10 km de altura? Eso es una gran irresponsabilidad y probablemente un crimen de lesa humanidad.

Las acciones de Rusia en Ucrania son parte de una estrategia para volver a alcanzar su posición como potencia mundial. Tal motivo explica su apoyo al gobierno criminal de Siria, su reacercamiento a Cuba y el coqueteo con varios países latinoamericanos. Putín, siendo firme creyente del proverbio “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, busca aliados con cualquier gobierno opositor a Estados Unidos por equivocados, rijosos o extremosos que estos sean.

La Guerra Fría no desapareció con el fin del socialismo soviético, sino que tan sólo tuvo un breve respiro. Ahora, la Guerra Fría se ha recalentado con el acercamiento occidental a Ucrania, y con las acciones rusas para reconquistar su supremacía mundial.

Putín va a continuar apoyando a los separatistas pro-rusos en Ucrania. El gobierno ruso considera a Ucrania como parte de su patio trasero. ¿Querido lector, te puedes imaginar lo que haría Estados Unidos si México estableciera una alianza militar con Rusia? Sí, sí te lo puedes imaginar, bueno pues eso es lo que haciendo ahora Rusia con Ucrania. Rusia no va a permitir a una Ucrania fuerte, antagónica y pro-americana como vecina.

El problema de Ucrania se hubiera podido evitar si Estados Unidos no hubiera movido la primera pieza del tablero. Estoy de acuerdo, esta Guerra Tonta no la inició Putín, sino la ambición occidental, pero lo hecho, hecho está. Ahora hay que buscarle solución al problema de Ucrania y esta solución no se va poder alcanzar sin la intervención de Alemania, Francia y el Reino Unido.

Independientemente de los errores de Obama, considero que se le debe poner un hasta aquí a las acciones excesivas de Putín en otras áreas del mundo, en donde la participación rusa está calentando y extendiendo los conflictos innecesariamente. Probablemente el mundo sea demasiado pequeño para albergar a dos potencias bélicas rivales con ambiciones imperialistas… y es preocupante que al echar la vista atrás, vemos que se acerca rápidamente una tercera potencia.

Confieso querido lector que no sé cómo se puedan resolver estos conflictos de rivalidad entre países con aspiraciones imperialistas. Lo que sí sé es que para encontrar una solución duradera se requiere la participación de los principales países, aquellos con fuerza económica y liderazgo internacional. Es una pena ver que los países europeos están más interesados en sus propios intereses de corto plazo que en la seguridad y estabilidad mundial de largo plazo, sobre todo si se piensa que dichos países fueron los actores principales de dos guerras mundiales.

A la comunidad internacional le vuelvo a recordar: “Historia magistra vitae“.

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